Los camiones que transportan basura no paran de cruzarse con dificultad sobre la calle Teniente Cantalupi, en el Bañado Sur de Asunción. En la pendiente fluye agua residual, las piedras y los residuos que no llegaron al destino que corresponde fueron colocados estratégicamente como señalero para evitar caer en baches.
Al terminar el descenso por esta arteria, se erige una gigantesca montaña de desechos; el relleno sanitario municipal Cateura que opera desde 1984 en el lugar menos indicado: Cerca del río Paraguay, en área de humedales y en torno a una alta densidad poblacional. En la zona abundan otros focos de contaminación como decenas de vertederos clandestinos. Trabas A casi cuatro décadas de su funcionamiento, nuevamente se abre la posibilidad de su cierre como sitio de disposición final. De esta necesidad de clausura se habla desde hace 21 años, pero por procesos judiciales y decisiones políticas de por medio no se concreta.“La mudanza del relleno nunca se cumplió, de que no se haya rescindido el contrato por esa razón ya es una cuestión política”, había manifestado el ingeniero Ovidio Espínola, del Departamento de Sustancias Químicas del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades).En enero de este año el laudo arbitral falló a favor de la rescisión de contrato entre la Municipalidad de Asunción con la empresa Empo Ltda. por incumplimientos en el contrato y alteración de documentos por parte de dicha concesionaria que explota el sitio de disposición final desde el 2005 por un plazo de 30 años, a pesar de que la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) recomendó su cierre en el año 2000. Hasta el momento desde la Comuna alegan que el fallo no está firme para cancelar el contrato, por los recursos que la empresa presenta para dilatar el proceso. Pero a finales de abril el tribunal también rechazó el pedido de rectificación que solicitó la firma.“El día en que vea a Empo retirarse ahí recién voy a creer que la Municipalidad va a cancelar el contrato. Ellos se saben mover demasiado”, comentó una antigua recicladora del lugar.Desde el Municipio alegan que una vez cancelado el contrato se recurrirá nuevamente a un servicio tercerizado y a otro relleno sanitario que la empresa adjudicada disponga. RecicladoresOficialmente son más de 600 gancheros, organizados en tres asociaciones, quienes ingresan a realizar la tarea de segregación en el predio de Cateura como forma de sustento.Varios de los recicladores coinciden en que la empresa no cumple con la provisión de uniformes y otros insumos de seguridad. “Ni siquiera ponen agua para el lavado de manos por esta pandemia. Tampoco hacen el relleno del trayecto y eso nos perjudica porque los camiones solo ingresan hasta un cierto lugar”, manifestó otro reciclador quien también prefirió no dar su nombre por temor a represalias.ÚH intentó obtener la versión de los directivos de Empo, tanto por esta denuncia como la postura con respecto al fallo, pero no atendieron las llamadas.Desde hace años los gancheros aguardan que se concrete la planta de transferencia para trabajar en mejores condiciones. Un gran número de estos trabajadores está de acuerdo con que Cateura solo sea lugar de descarga de basura para el reciclaje pero que la disposición final sea en otro lugar. Solicitan que los desperdicios no dejen de llegar previamente al sitio ya que es el motor de la economía en el relegado barrio capitalino.AmbienteA pesar de que el Mades reconoce que el lugar es inviable para que siga operando un relleno sanitario seguía otorgando la licencia durante décadas. El permiso vigente emitido ahora es hasta mayo del 2022. Al respecto, Espínola justificó que es porque no existe un plan b y se trata de un servicio indispensable.
LAS CIFRAS
1984 inicia el vertedero en Cateura, caracterizada por la zona baja, área de humedales y cerca del río Paraguay.
2000 año en que ya debía realizarse el cierre por recomendación de la JICA.
2005 año de concesión de relleno sanitario municipal a Empo por un plazo de 30 años con promesa de mudanza.
Por falta de Plan B, Mades aprobó a concesionaria extensión del plazo de cierre
En una resolución emitida el 3 de enero del 2020 por el Ministerio de Ambiente, se establece el plazo de cierre para la disposición de residuos el 31 de diciembre de dicho año. Sin embargo, el ente volvió a extender el periodo y emitió la licencia ambiental hasta mayo del 2022.
Luego del 2020 el lugar solo debía funcionar como centro de transferencia.
La puesta en funcionamiento de la planta de segregación de material reciclable debía ser en un plazo de tres meses a partir de la firma de la resolución de enero del 2020.
“Presentar un plan de clausura y pos clausura de los módulos de disposición final de los residuos sólidos, (Modulo 2 y módulo 3), del cierre definitivo para la disposición final en ambos módulos en el mes de diciembre del año 2020, atendiendo que los referidos módulos ya han sido clausurados anteriormente, en un plazo de tres meses a partir de la firma de la presente Resolución”.
Como argumento, el ingeniero Ovidio Espínola, del Mades, señaló que la empresa no consiguió los permisos de aprobación de plano para la construcción de planta de transferencia en la Comuna, por lo que se extendió el plazo. Sostuvo que dicha construcción ahora tiene un avance del 60%.
Días atrás confirmó que los módulos 2 y 3 del vertedero se encuentran en operación, el 4 ya llegó al máximo establecido que es cota 82, en tanto que los dos habilitados también se encuentran en un nivel cercano, superando la cota 70, según el funcionario del Ministerio de Ambiente.