Decenas de fieles, entre ellos varios grupos de estudiantes, se dieron cita en la Catedral Metropolitana de Asunción, ubicada en el casco histórico de la capital paraguaya, para escuchar la eucarística y esperar la imposición de la cruz de ceniza.
“Es una Semana Santa diferente, porque nos encontramos en este dilema de saber cómo puede seguir el santo padre, porque no sabemos cuál es el final. Solo Dios conoce el tiempo perfecto, pero nosotros mientras caminamos, oramos por él”, dijo Dora Isfrán, quien colabora con el Apostolado de la Divina Misericordia de la ciudad de Luque (centro).
Isfrán destacó que en su comunidad religiosa y junto a las familias están “orando permanentemente” por el papa Francisco, quien no pudo encabezar este año la ceremonia por el Miércoles de Ceniza, en la colina romana del Aventino, y delegó al cardenal Angelo De Donatis la lectura de la homilía que había preparado previamente.
Isfrán sostuvo que Paraguay es un “país bastante católico y apostólico” que tiene “mucha fe” y sigue la tradición de generación en generación.
Por su parte, Sandra Osorio, otra de las asistentes a la misa, resaltó lo “particular” que será la Semana Santa por la condición de su santidad, pero destacó la unidad que esta situación ha generado entre los católicos.
“Creo que el hecho de que el papa no pueda estar presente como otras veces hace que sea más intensa (la Semana Santa) y nos llama más a la reflexión, a la comunión y, sobre todo, a la oración”, señaló .
El papa Francisco, de 88 años, permanece ingresado en el Hospital Gemelli de Roma, por una bronquitis con infección polimicrobiana a la que se sumó una neumonía bilateral.
Las condiciones clínicas del jerarca de Roma se mantuvieron estables este miércoles, cuando empezó la fisioterapia motora, informó la Santa Sede.
Fuente: EFE.