Dando un toque diferente a la festividad de este año, los jóvenes de la ciudad representaron cuadros de la gente laboriosa de la localidad. Recrearon imágenes vivientes cubiertos de pintura blanca simulando ser desde vendedor de chipas hasta carniceros.
Otros chicos fueron portadores de carteles que invitaban a cuidar el medioambiente, evitando la contaminación de estos recursos naturales, a lo que también hizo referencia monseñor Joaquín Robledo durante su homilía, instando además a la solidaridad.
Una multitud acompañó los cánticos con devoción, pese al frío. Rostros emocionados y labios cargados de oración contemplaban al abogado católico. Antonio de Padua fue el segundo santo más rápidamente canonizado, tras san Pedro Mártir de Verona. Es uno de los santos más populares y su culto se extiende universalmente.