Muchos devotos asistieron llevando a sus niños para pedir la bendición o agradecer la sanación que han tenido tras fuertes dolores de garganta, dando testimonio de la gracia recibida por el santo patrono.
Estuvo a cargo de la Eucaristía el cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción y la concelebraron el Pbro. Aldo Bernal Chena, cura rector de la Catedral, y el Pbro. Humberto Valinotti, vicario.
De la fiesta también participaron los Heraldos del Evangelio y las galoperas.
La celebración de San Blas se vivió en muchos puntos del país como en los diversos templos y oratorios cordilleranos, especialmente en Piribebuy, también en la ciudad de Itá y en Ciudad del Este.
Esta festividad se realiza cada 3 de febrero en honor al santo mártir quien fuera médico de su tiempo, y está incluido en el grupo de los “catorce santos auxiliadores” de la Iglesia Católica, llamados así por ser considerados eficaces intercesores contra determinados males del cuerpo o del alma, repasa ACI prensa .
“Cuenta la tradición que cierto día San Blas salvó a un niño que se había atragantado con una espina de pescado. De ahí la antigua costumbre de bendecir las gargantas de los devotos el día de su fiesta (3 de febrero). Ese mismo hecho también le valió convertirse en patrono de los otorrinolaringólogos y de quienes padecen alguna afección a la garganta”, refiere el artículo dedicado al patrono paraguayo.