En 2022, durante el gobierno de Mario Abdo Benítez, se había promulgado la Ley 6980 de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo Paraguayo, luego de que el Congreso dio sanción ficta al documento aprobado en la Cámara de Diputados.
El documento fue aprobado en ese entonces por una mayoría colorada, que modificó la idea original del texto en cuanto al derribo de aviones solamente para casos de legítima defensa. El objetivo, en principio, apuntaba a las narcoavionetas.
Recientemente, el propio presidente de la Cámara de Senadores, Basilio Bachi Núñez (ANR-HC) anunció que insistirá en una iniciativa similar a la de hace dos años “para combartir el narcotráfico”.
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Esto fue lo que cuestionó su colega opositora Celeste Amarilla, quien subió a su cuenta de X un video acerca del tema en diálogo con la prensa este lunes.
“Yo voté a favor en Diputados y, ¿quiénes votaron en contra? Adivinen”, espetó la senadora liberal. “Esta es la muestra de la falta de plan de este gobierno y de cómo el Partido Colorado maneja al país: A su antojo. Divididos, hoy; juntos, mañana”, prosiguió.
La parlamentaria argumentó que no se trata de un “disparate” y es necesario establecer una receta para la lucha contra el narcotráfico en materia aeronáutica.
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Fue consultada sobre si el proyecto original para el derribo de aviones no se aprobó en 2022 por la advertencia de Estados Unidos de que se cortaría la cooperación al Paraguay si el Congreso aprobaba dicha propuesta legislativa.
“Ahí volvemos a EEUU. Aquel avión que es narco, ¿si pasa le hacemos adiós? ¿Cómo combatimos el narcotráfico, entonces? No hay una receta. No les encontramos en tierra, no les podemos amenazar siquiera en aire y le falicitamos, le abrimos la ruta con los cigarrillos. ¿Cómo combatimos entonces a los narcos? Que nos den una receta”, condenó la congresista del PLRA.
El gobierno de Santiago Peña anunció el jueves último la inversión de USD 100 millones de dólares para la compra de seis aeronaves A-29 Super Tucano, que normalmente se utilizan como aeronaves de caza.