Como cada año, este domingo 24 se realizan los encuentros de Cenando con Jesús en diferentes hogares del país. Esta idea nació en el 2004 y este año cumple 20 años. El objetivo es llevar amor a quienes más necesitan y la visión es un mundo transformado a través de la poderosa fuerza del amor.
“Invitamos a la gente a ir a compartir el 24 de diciembre con personas que de una u otra forma iban a tener una nochebuena triste, abandonados o quizá solos en algún hospital, hogar o en una penitenciaría”, explica Sasha Evreinoff, uno de los organizadores.
El horario habilitado en los diferentes lugares es de 16:00 a 19:00. “Ir a compartir con estas personas un día tan especial y un minuto de su tiempo es suficiente como para transformar la vida de alguien y muchas veces transformar su vida con algún testimonio, alguna experiencia o conociéndole a alguien en este día en que se rememora el nacimiento de Jesucristo”, agrega.
“Lo que queremos es que la gente tenga una verdadera Navidad con el verdadero sentido de esta celebración, que es compartir”, recalca.
La organización cuenta con un listado de hogares y cabezas de hogares que ya tienen un relevamiento del lugar, con un estudio previo de las necesidades y de la cantidad de personas. El teléfono para más información es el (0971) 771-475.
El interesado en participar debe contactarse al número mencionado para saber con quiénes les gustaría compartir, niños, abuelitos, con personas en hospitales o con personas en penitenciaría. También se tiene en cuenta la zona de residencia del voluntario.
Uno puede ir como voluntario, con un talento como ejecutar la guitarra, bailar, contar chistes, cantar, etc. “Lo importante es compartir con estas personas y a la vez hacer que en cada lugar haya una verdadera fiesta y comida en la mesa”, menciona Evreinoff.
El mismo menciona que cada uno lleva lo que puede, un pollo, una sopa, gaseosa, según lo que haga falta en el hogar y según el menú que se haya elegido. Posterior al compartir, el voluntario va a su casa ya con el corazón lleno y una experiencia espectacular.
“Porque ese es el testimonio que tenemos hace 20 años, que la gente que va a dar es la que recibe más bendiciones”, destaca.
En las redes sociales se puede encontrar más información buscando Cenando con Jesús Internacional. Se denomina así porque la iniciativa se replica en otros países del mundo.
Testimonios. Kira Evreinoff es una de las cabezas de hogar que se encarga, desde los inicios de Cenando con Jesús, de organizar las visitas, ella comenta que sus hijos crecieron con eso. “La única Navidad que conocen es esa y no les interesan los regalos, cada miembro de mi familia elige un hogar diferente y después del horario nos reunimos a compartir nuestras anécdotas y experiencias”, cuenta Kira.
Confiesa que esta noble iniciativa cambió la vida de su familia y solo viviendo en carne propia se puede entender. Varios de los voluntarios que iniciaron o se acoplaron en el camino siguen en el voluntariado hasta ahora.
Otro de los testimonios que recuerda se trata de un niño que al despedirse de los voluntarios dijo: “Ustedes fueron nuestra Navidad, nos alegraron. Quiero ser voluntario de Cenando”. Así, muchos de los jóvenes que después de los 18 años ya salieron de los hogares vuelven para compartir las fiestas.
En otra oportunidad, en el neurosiquiátrico, los pacientes se acordaron del marido fallecido de Kira. De todo lo que él les hablaba e incluso fueron un sostén para el hijo de la familia durante el duelo.
“Con esto uno se da cuenta de que al dar amor uno sale renovado y con más amor. Uno no puede dejar de hacer algo que le hace tan bien. Vos crees que le estás haciendo el bien alguien, pero en realidad es uno mismo el que sale más feliz”, resalta.