Anteriormente dicha indumentaria debía ser gestionada por los pacientes. Ello implicaba gestionarla en el exterior. También con un precio que escapaba de las manos de los pacientes con menor poder adquisitivo por su costo.
Esto fue posible a través de la autogestión del Cenquer, señaló el doctor Christian Agüero, jefe del área de Rehabilitación. Su confección se realiza en el mismo hospital. Se beneficiarán alrededor de 240 pacientes.
La indumentaria se receta de acuerdo al tipo de cicatrices que tiene el paciente, explica el médico. Puede utilizarse en cualquier parte del cuerpo.
La ropa compresiva básicamente trabaja sobre la piel del paciente con linfedema, previniendo las cicatrices hipertróficas, queloides y extracciones. Dichas cicatrices se caracterizan por extenderse más allá de los bordes normales, son elevadas y distorsionan los órganos claves cuando afectan al rostro.
En términos simples, estas cicatrices causadas por quemaduras arrugan la piel. Con la indumentaria compresora se evita que llegue a la deformidad de la región afectada. Así se mejora la calidad de vida del paciente.
El doctor Saúl Zaputovich, director del Cenquer, explicó que actualmente las indumentarias están destinadas a pacientes pediátricos, que representan el 60% de los pacientes internados.
“Para nosotros es un logro demasiado importante. Anteriormente teníamos que enviar a nuestros pacientes a Chile o Argentina o bien teníamos que ver en el sector privado. Estas indumentarias no tienen costo para los pacientes”, detalló.