Bernardo Rojas, dirigente de la Central Unitaria de Trabajadores Auténtica (CUT-A) expresó que la solicitud de los representantes de los trabajadores se sustenta en que el Banco Central del Paraguay (BCP) reconoció que el nivel de inflación acumulada en el país superó el 10%, con lo que corresponde dicho aumento. “Ellos (el gobierno y los empresarios) quieren dar G. 220.000 para todos, pero nosotros pedimos G. 600.000 que es el monto que, nos parece, se debe reajustar el salario mínimo. Sabemos que el BCP reconoció que hay una inflación de más del 10%, pero a nosotros no nos convence ese monto, por lo que estamos esperando a ver qué pasa”, señaló Rojas. Agregó que están negociando el reajuste, y sí no hay ninguna respuesta recurrirán a “una medida más fuerte”, porque asegura que ya no se justifica tanta espera, porque “la gente no soporta más”, indicó.
Al respecto, Karina Gómez, directora del Trabajo, señaló, ante la ausencia de la ministra Carla Bacigalupo, que aún no recibieron ningún pedido por escrito para activar la mesa de negociaciones. No obstante, Rojas expresó que la dilación se debería a que autoridades y sector empresarial estarían esperando a que llegue junio, en que por ley se debe otorgar un reajuste salarial, pero aclaró que este pedido es independiente a ese aumento.