Por Óscar Bogado
ENCARNACIÓN
“Me gusta pintar, hacer mis tareas, me gusta mucho estudiar. También jugar al fútbol con mi hermano, soy del club Guaraní. Estoy muy bien”, son las expresiones del pequeño Facundo, de solo 9 años, mientras intenta su ejercicio de rehabilitación.
Es un niño con muchas ganas y sueños. “Quiero ser doctor, para atenderles a otros nenes enfermos”, dijo mostrando el gran corazón que tiene y la fortaleza para seguir adelante por sus sueños, con el apoyo de sus padres y la gente del Centro de Ayuda al Discapacitado Encarnación (Cenade), quienes lo acompañan constantemente.
Facundo es el ejemplo de la buena labor de la institución, ya que desde que era pequeño asiste al Centro y su proceso de recuperación es formidable. Hoy desarrolla actividades normales y es un excelente alumno.
Su madre, María Luisa Arriola, no puede ocultar la alegría por la evolución de su hijo, que gracias a las atenciones recibidas es un niño como todos. “Mi hijo comenzó en él cuando tenía 6 meses de vida, tenía anomalía de moebios, eso le diagnosticaron los médicos de Posadas. De ahí empezamos, a los tres años caminó con el esfuerzo de los fisioterapeutas, pediatras, neurólogos y otros médicos de la institución”, dijo María Arriola.
El diagnóstico médico decía que Facundo no iba a caminar ni hablar, sin embargo, su madre nunca bajó los brazos. “Luché y luché, hasta que mi hijo habló, caminó, lee, es un chico normal. Y todo le debo al Cenade, fue la institución que le levantó a mi hijo”, contó muy emocionada la madre de Facundo.
LAS ATENCIONES. Se estima que más de 10.000 pacientes anualmente son atendidos en sus diferentes áreas. Más de 2.000 personas están fichadas y consultan periódicamente en el Centro que funciona en la ciudad de Encarnación, Itapúa.
Ante la gran demanda de pacientes necesita de más presupuesto para seguir beneficiando a la mayor cantidad de familias de la región.
Hoy son más de 180 niños que asisten diariamente a la institución para recibir atención en distintas áreas. Los servicios no tienen ningún costo para los pacientes.
El Cenade trabaja desde hace 10 años atendiendo a personas con capacidades diferentes de todo el departamento de Itapúa y de algunas otras regiones del país.
En el año 1986 se fundó, luego dejó de funcionar para renovarse en el año 1997. A partir de ese momento no para en sus atenciones a los pacientes que acuden a la institución. Con el tiempo se fueron incorporando más servicios. El local está ubicado en el barrio Ka’aguy Rory de Encarnación, su infraestructura permite contar con todos los consultorios, internaciones y hasta albergue transitorio para las familias de escasos recursos económicos.
La Gobernación de Itapúa colaboró para la construcción y la Dirección de Beneficencia (Diben) aportó para el equipamiento de la sala de fisioterapia. Otras instituciones dieron su aporte para equipar el sector del albergue temporal.
PRESUPUESTO DEFICIENTE
El Cenade de Encarnación tenía un presupuesto del Gobierno de 280 millones de guaraníes. Pero para el ejercicio de este año fue recortado a 224 millones.
Para el 2010 fueron aprobados por la Bicameral de Presupuesto 350 millones de guaraníes.
Hoy el recorte presupuestario les deja descolocados a los responsables de la institución porque deben extremar recursos para cumplir con todos los servicios, con el objetivo de que no se resienta ante la alta demanda. “En este tipo de instituciones ningún presupuesto es suficiente, porque de acuerdo a lo que se tiene, se presentan las necesidades y se ayuda a las personas"; dijo Gladys Vergara, presidenta de la comisión directiva.
El recorte afectó el área social, porque a través de esa suma se compraban medicamentos y estudios de laboratorios. Los pacientes provienen de Itapúa, Caazapá, Misiones y Alto Paraná, inclusive de Capital.