A través de una videoconferencia, autoridades regionales y representantes de las carteras de género de los diferentes países del continente americano analizaron la repercusión de las medidas de excepción aplicadas en los diferentes países y cómo estas podrían repercutir de forma negativa en la situación laboral y personal de las mujeres.
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“Estamos frente a una crisis sin precedentes pero donde claramente el rol de los Estados y de organismos intergubernamentales será decisivo para coordinar acciones que nos lleven lo antes posible a la superación de la emergencia y a transitar hacia la recuperación económica y social, sin dejar a nadie atrás”, destacó la secretaria general de la Cepal, Alicia Bárcena.
Así, la alta funcionaria resaltó que es necesario diseñar e implementar políticas públicas integrales desde una perspectiva de género y de derechos para responder a la pandemia del Covid-19 en el corto, mediano y largo plazo.
Problemas que acechan a las mujeres
Bárcena apuntó que las medidas de contención de la pandemia podrían incrementar el número de mujeres en la pobreza, tener efectos sobre el trabajo formal que realizan y afectar a su cobertura de salud, entre otras cosas.
Concretamente se refirió al impacto de las políticas públicas de confinamiento, cuarentena y restricciones de tránsito y como estas afectarán a sectores como servicios sociales, comercio al por mayor y al por menor, servicios empresariales y transporte, almacenamiento y comunicaciones.
En ellos, según la Cepal, se concentran el 78% de las mujeres ocupadas de la región.
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Otro tema que estuvo sobre la mesa durante la videoconferencia fue el trabajo doméstico no remunerado de las mujeres, que representa el 11,4% del total para las mujeres ocupadas.
En ese sentido, la Cepal indicó que “con el cierre de las escuelas, el aislamiento social y el aumento de personas enfermas, la sobrecarga de trabajo no remunerado se intensifica”.
Respecto a la pobreza, el organismo apuntó que si los efectos del Covid-19 llevan a la pérdida de ingresos del 5% de la población económicamente activa, la pobreza podría aumentar 3,5 puntos porcentuales.
Esto implicaría que 107 millones de mujeres en la región se encontrarían en situación de pobreza, advirtió la Cepal.
También, la cobertura limitada y desigual a los sistemas de salud afecta el acceso de las personas al cuidado y refuerza el trabajo no remunerado de las mujeres.
De esta forma, las medidas de contención y cuarentena profundizan la crisis de los cuidados en la región: el 72,8% del total de personas ocupadas en el sector salud son mujeres, mientras que el trabajo doméstico remunerado representa el 11,4 % de las mujeres ocupadas.
En tanto, en el período previo a la crisis sanitaria, las mujeres destinaban un tercio de su tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados. Hoy con el cierre de las escuelas, el aislamiento social y el aumento de personas enfermas, la sobrecarga de trabajo no remunerado se intensifica.
Violencia machista
Un tema que preocupa es la violencia machista en el entorno doméstico en el marco del confinamiento domiciliario impuesto en muchos países del continente.
“La situación de cuarentena o confinamiento conlleva serias amenazas a la seguridad de muchas mujeres y niñas que sufren violencia en sus hogares, ya que aumenta el tiempo que las mujeres están solas con sus abusadores y reduce las posibilidades de buscar ayuda”, afirmó la Cepal.