Pese a que subió en casi un punto su estimación de crecimiento (en abril pasado proyectó un 1,8 %), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) alertó en su último informe que el escenario para la región es “muy complejo”.
Según explicó, en rueda de prensa, Mario Cimoli, secretario ejecutivo interino del organismo de la ONU, con sede en Santiago de Chile, “16 de los 33 países de la región no han recuperado sus niveles de PIB prepandemia”, dijo.
Las economías que más se expandirán este año son Venezuela (10%), Panamá (7%), Colombia (6,5%), República Dominicana (5,3%), Uruguay (4,5%), Guatemala (4%) Honduras (3,8%), Bolivia (3,5%) y Argentina (3,5%), de acuerdo con el informe “Estudio Económico de América Latina y el Caribe”.
En el medio de la tabla se encuentran Costa Rica (3,3%), Cuba (3%), Nicaragua (3%), Ecuador (2,7%), Perú (2,5%) y El Salvador (2,5%), mientras que los países que menos crecerán serán México (1,9%), Chile (1,9%), Brasil (1,6%), Paraguay (0,2%) y Haití (-0,2%).
Para el Caribe, la Cepal estima una expansión del 10,2 % o del 4,7 % sin contar a Guyana, que vive desde hace un tiempo un boom petrolero.
“Si bien algunos países de la región —principalmente los exportadores netos de energía— se vieron beneficiados por el alto precio de estos productos en los mercados internacionales, en la mayoría se están presentando caídas de los términos de intercambio”, afirmó el estudio.
Senda de bajo crecimiento
El director de la División de Desarrollo Económico del organismo, Daniel Titelman, explicó en la misma rueda de prensa que el aumento de la previsión obedece solo a “ajustes en el comportamiento del consumo” y que la región se encamina “a la senda de bajo crecimiento que exhibía antes del inicio de la pandemia”.
“Brasil, por ejemplo, tuvo un primer semestre más fuerte de lo que se esperaba y eso afecta al promedio nacional. Pero el mensaje no cambia: la región se encamina a repetir el bajo crecimiento de antes de la pandemia en un contexto global más complicado”, añadió.
La región, con 626 millones de personas y considerada la más desigual del mundo, afrontó la pandemia en un momento de debilidad de su economía, con un crecimiento que apenas alcanzó una tasa del 0,1% en 2019.
Tras el desplome del 6,8% registrado en 2020, la mayor recesión en 120 años, la región creció de rebote un 6,2% el año pasado.
El informe muestra también que la guerra en Ucrania ha seguido impactando en la inflación, que llegó al 8,4% regional en junio, “lo que equivale a más del doble del valor promedio registrado en el periodo 2005-2019".
“Si bien el alza del precio de las materias primas ha beneficiado a los países de la región exportadores de bienes primarios, en particular hidrocarburos y alimentos, para el promedio de la región se proyecta una caída del 7% de los términos de intercambio de productos básicos”, resaltó el organismo.
Para este año, la Cepal espera que el valor de las exportaciones regionales aumente un 22% y el de las importaciones un 23%, por lo que el superávit en la balanza de la cuenta de bienes será menor que en 2021.
Después de que el año pasado la región fuera receptora neta de capitales, el informe señala que los datos disponibles al primer trimestre de 2022 muestran que la entrada de flujos se desacelera, debido principalmente a una “mayor estrechez de las condiciones financieras mundiales”, sobre todo a partir de la guerra en Ucrania.
Cimoli advirtió, sin embargo, que el escenario puede mejorar si acaba la guerra en Ucrania, pero no solucionarse del todo.
“Estamos entrando en un periodo donde las políticas industriales y productivas son muy soberanas, no es el mismo modelo de antes de la pandemia. Sí ayudaría muchísimo el fin de la guerra, pero hay que pensar que las cosas cambiaron para siempre”, expresó.