“El Ministerio del Interior presentó un total de 228 querellas, ya sea por seguridad del Estado o por incendios asociados a la destrucción de las estaciones del metro. De las 228 querellas presentadas tenemos un total de 997 imputados, personas con nombres y apellidos que fueron imputadas”, dijo el subsecretario del Interior chileno, Rodrigo Ubilla.
El alto funcionario explicó en una conferencia de prensa en el Palacio de La Moneda, sede del Poder Ejecutivo, que las autoridades contabilizan hasta el momento 389 personas que se encuentran en prisión preventiva tras ser denunciados.
“Es una cifra significativa y alta. Son personas que fueron presentadas al tribunal y se determinó que existen pruebas suficientes para dejarlos en prisión preventiva”, afirmó.
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En el apartado de heridos, las autoridades contabilizan, del 20 al 27 de octubre, 1.406 lesionados, divididos entre 876 policías y 530 civiles.
Este lunes, el primer día que la seguridad dejó de estar en manos de los militares después de que se levantaran los estados de emergencia en el país, se registró un aumento de los “eventos graves”.
En ese sentido, Ubilla indicó que los disturbios, saqueos, incendios y destrucción de la propiedad alcanzó los 89 eventos, en los que se detuvo a 797 personas y se registraron 188 heridos (131 policías y 57 civiles).
Sin embargo, las cifras del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), ente público pero independiente que monitorea las protestas, son mayores desde que comenzó el estallido social.
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El último balance entregado en la noche de este lunes contabiliza 3.535 detenidos en todo Chile, 1.132 heridos civiles, de los que 595 fueron por disparos (perdigones, balines de goma, disparos de bala o arma no identificada).
Entre los heridos por arma de fuego, 127 personas presentaron heridas oculares y hay casos confirmados de personas que perdieron la visión o directamente el globo ocular.
Las protestas dejaron hasta el momento 20 fallecidos, entre ellos seis ciudadanos extranjeros, y al menos cinco de las muertes se produjeron presuntamente por la acción de militares o policías.
El alza en el precio del pasaje del suburbano de Santiago fue la gota que colmó el vaso de la paciencia ciudadana, que se echó a la calle para criticar la desigualdad social y para clamar contra el Gobierno de Sebastián Piñera.