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Áreas silvestres protegidas, públicas y privadas, entre parques y reservas, fueron afectadas por los últimos episodios de incendio en el país. La pérdida de flora y fauna es la principal secuela tras la presión del fuego, señala el director de Biodiversidad del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades). La proyección meteorológica prevé para estos últimos tres meses un ambiente caluroso y húmedo. Las temperaturas pueden llegar a 40ºC.
Las áreas afectadas comprenden los parques nacionales San Luis, Paso Bravo, Cerro Corá, Río Negro, San Rafael, Caazapá. También las reservas de recursos manejados Ybytyruzú, Lago Ypacaraí, Ypoá y Reserva Científica Chovoreca. Además, las áreas de Estrella y reservas como Mbaracayú, Tagatiyamí, arroyo Blanco y Morombi.
Las llamas llegaron hasta estos lugares de manera accidental, por casos como limpiezas de terrenos adyacentes que luego desbordaron, o de manera intencional por los cultivos ilícitos, según Mandelburger.
En el área urbana el fuego también invadió el Parque Guasu Metropolitano.
Tener un bosque quemado reduce la cantidad de alimentos y obliga a los animales a realizar un esfuerzo mayor para buscar provisión, detalla. Las aves –agrega como ejemplo– no tienen donde anidar, tampoco soporte de descanso y alimentos que adquieren a través de insectos o semillas de árboles.
“La destrucción de hábitat significa pérdida de capacidad de tener una variedad de animales y plantas. También con ese efecto se reducen las poblaciones existentes o aparecen especies invasoras que alteran el ecosistema”, indica.
La dispersión de especies invasoras se da sobre todo en los parques como Caazapá y Cerro Corá, por pastura exótica utilizada para el desarrollo ganadero que rodea gran parte de las áreas protegidas.
Esta especie exótica en los parques, pasto estrellita, altera el lugar por ocupar un espacio en el que debería existir una vegetación nativa destinada a ser protegida, considera Mandelburger.
Los focos de calor a nivel país iniciaron desde agosto y se intensificaron en las primeras dos semanas de setiembre. En todo ese mes se registraron 35.300 focos de calor.
Los picos más altos se registraron en 2007, 2010, 2013 y ahora en 2019, asegura la docente investigadora Larissa Rejalaga.
ESTATUS. Varios de los parques nacionales perdieron el estatus de protección absoluta para ser recursos manejados. Otros quedaron sin miles de hectáreas. Desde 1948 hasta 2018 se crearon 102 áreas silvestres protegidas de Paraguay (ASP). Sin embargo, 8 importantes sitios perdieron este estatus por diversas razones. La mayoría por intervención humana. Acciones legales de propietarios, reclamos de territorios indígenas, inundación de reservorios, ocupación de campesinos y posterior colonización. Estas fueron algunas causas por las que desaparecieron estas áreas.
Además de estos problemas, sobre estas áreas pesan otras amenazas como el cultivo de marihuana, ocupaciones, cacerías y extracción de rollo.