Solo en Cerrito, una compañía de Mayor Martínez, hay 2.000 personas que tuvieron que dejar sus viviendas y buscar un albergue.
Estas personas están ubicadas en albergues provisorios levantados en el polideportivo municipal, bajo carpas en patios de vecinos solidarios o en otros sitios no inundados.
La comunidad cuenta con lugares más altos donde están ubicados la Municipalidad, la iglesia, el centro de salud.
Los refugiados están esperanzados en el buen clima reinante para que el agua baje rápidamente y aseguran que por ahora no hay enfermedades propias de la situación. Señalaron que es muy buena la atención médica que reciben junto con la vacunación.
Agricultura. Las pérdidas de sus cultivos es lo que sienten porque llevará mucho tiempo recuperar, que se vaya el agua, se seque el terreno y puedan cultivar de nuevo.
Hugo Ayala, intendente de Mayor Martínez, informó que murieron 100 vacunos cuando estaban siendo arreados de la isla a los lugares altos; prueba de ello es que se ven animales muertos que flotan en el agua.
Los pescadores también están sin trabajo, situación que preocupa debido a que es su sustento primordial.
Caminos. El gran drama de la población es también que la mayoría de los accesos están cortados. Para llegar a Cerrito, existen varios cortes, se toman embarcaciones y se camina en parte.