Situado en el Departamento de Ñeembucú, aproximadamente a 120 km de la capital departamental, Pilar, Cerrito fue creado en el año 1939, y es una comunidad cuya fama ha trascendido las fronteras por sus maravillosos atractivos turísticos naturales, entre los que se destacan playas con arenas blancas y un lago (Sirena) con pequeñas islas de exuberante vegetación, hábitat de infinidad de aves acuáticas, como garzas, gaviotas, entre otros.
La playa en el lago Sirena es quizás la más extensa de todo el Paraguay, con casi tres kilómetros de longitud, rodeada en gran parte por las aguas. El lago está formado directamente por una entrada de agua del río Paraná; en algunos meses del año, donde no hay lluvias abundantes, sus costas permanecen cristalinas.
Esta playa es especial para que la familia disfrute con tranquilidad, no presenta mucha profundidad y son aguas calmas.
Para los que gustan de las playas y los entretenimientos en el río, el lago Sirena des-lumbra con sus kilómetros de espesa arena y aguas cristalinas.
Es un sitio único en el Paraguay, ya que ofrece a los veraneantes la valiosa sombra de árboles nativos que ayudan a proteger a las familias de los rigores del sol en los horarios más necesarios. Cómodos bancos, iluminación, parrillas y hasta baños y duchas públicas, también están disponibles para quienes decidan acampar en el área.
Más atractivos
Visitar las islas de alrededor también es garantía de pleno disfrute; la más cercana es Martín García, donde se combinan una espesa vegetación y blancas arenas. El lugar miles de años atrás habría sido sede de una gran población de los indios Paranás, a juzgar por los restos de cerámica que se pueden rescatar en la arena.
Navegando un poco más, se accede a la isla Pombero, la favorita de los veraneantes, ya que ofrece una impresionante playa natural, que parece ser un regalo en medio del caudaloso río Paraná. Este lugar cuenta con otros atractivos, que se pueden apreciar incluso desde la altura del Cerrito de arena Itá Punta, que da nombre a este distrito.
El paisaje es fantástico de todo el entorno natural. Desde allí se observan el río, las islas, el lago Sirena y todo el pintoresco pueblo. Este mirador, que es un lugar ideal para el relax y para lograr las mejores tomas fotográficas, también cuenta con la sombra de árboles frondosos, cómodos bancos, parrillas y baño público con ducha.
Sus dunas
En otro extremo de la ciudad se encuentran las exuberantes dunas de arena, que son frecuentemente visitadas por las familias, sitio de un valor incalculable para los investigadores, pues su formación data de miles de años.
Un capítulo aparte merece la pesca deportiva, que desde décadas atrás actúa de imán para atraer a miles de visitantes del exterior, especialmente del Brasil.
Para quienes deseen quedarse por varios días en el lugar, los lugares de alojamiento cuentan con todas las comodidades, con precios que van desde 40.000 guaraníes.
Además de los hoteles, han sido habilitadas varias posadas que ofrecen un servicio que se diferencia por la amabilidad de sus propietarios.