América Latina, en donde el consumo de cerveza corresponde a casi el 90% de todas las bebidas alcohólicas, experimenta hoy el auge de las preparaciones artesanales a base de productos autóctonos, como café, chicha, quinua, frutas exóticas y plantas amazónicas con las que busca conquistar a los paladares internacionales.
Frente a la cerveza industrial, la artesanal va más allá de las populares variedades rubia, negra y roja e introduce en el caso latinoamericano ingredientes, como la panela, un edulcorante colombiano extraído de la caña de azúcar, o el mburucuyá, conocida como la fruta de la pasión en el centro y el sur del continente.
Al distanciarse de los métodos industriales, las cervezas artesanales, que se elaboran en pequeños lotes de producción, “tienen la ventaja de ofrecer aromas, ingredientes, notas y texturas diferenciadas”, dijo a Efe John Tello, director de Expocervezas 2021, el evento especializado más grande de Colombia.
Estas, agregó el experto, “se ajustan a gustos muy específicos y crean experiencias personalizadas, lo cual cautiva a los públicos más exigentes”.
FÓRMULA GANADORA. En general, “la producción de cervezas artesanales, con calidad mundial, crece cada día más en América Latina, teniendo como novedad la variedad en sus ingredientes. De hecho, cada año se ven más cervezas latinoamericanas que consiguen premios en Europa y Estados Unidos”, comentó el maestro cervecero Tomás Delfino.
Actualmente, Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia lideran la elaboración de esa clase de productos, pero en cada uno de los países de la región se busca darle un toque propio.
Prueba de ello es el caso ecuatoriano, en donde para incursionar en ese segmento han empleado “productos locales, como chicha de jora, vainilla, banano, cacao, la planta amazónica guayusa y colada morada”, aseguró a Efe Katherine Gárate, administradora de la Asociación de Cervecerías Artesanales del Ecuador (Asocerv).
Para la vocera de la entidad, que agrupa a 90 cervecerías, si bien la pandemia afectó las ventas “fue una oportunidad para reinventarse”, crecer hasta el punto de que en la nación andina ya existen 280 marcas, y abrigar la ilusión de “exportar cantidades importantes a partir del 2025”.
Como parte del auge de esa clase de bebidas, el pasado 2 de octubre en Quito se realizó la V edición de la Copa Cervecera Mitad del Mundo 2021, en la que compitieron 170 cervecerías nacionales e internacionales, en 56 categorías profesionales y tres especiales.
En el concurso, Ecuador ganó 25 medallas de oro y el premio Best of Show, con Fandango, que fue elegida como la mejor cerveza de Latinoamérica en la nueva categoría Chicha Beer.
También, Juan Carlos Tafur, gerente de la colombiana Mela’s Craft Beer, afirmó que “las cervezas artesanales permiten desarrollar apuestas más arriesgadas, con una producción controlada, y agregar elementos adicionales, como frutas, panela, chocolate o café, que generan sabores extremos, se disfrutan desde el aroma y brindan al paladar sensaciones únicas”.
Y es que –como lo descubrió el empresario Kim Lino al llegar a América Latina desde su natal Corea del Sur– en esta tierra todo es “diferente”.
De este modo, al poner en marcha en Colombia la cervecería artesanal Lino Brewing Company entendió que, incluso el agua, dado su contenido mineral, puede cambiar el sabor del producto, por lo que realizó más de 200 intentos antes de obtener la bebida que buscaba para su clientela.
GRANDES EXPECTATIVAS. En cuanto a cifras, México, cuna de la marca de cerveza industrial Corona, produjo 118,7 millones de litros de la bebida el año pasado, liderando la fabricación en América Latina.
Le siguió Brasil, con 114,7 millones de litros en 2020, de acuerdo con el portal de estadísticas alemán Statista.
Buena parte de esa producción salió de América Latina con rumbo a otros países en donde las cervezas industriales hechas en esta parte del mundo ya son más que reconocidas, y a donde esperan llegar pronto las artesanales para abrir nuevos mercados.
Precisamente, al hablar de exportación es necesario referirse a la marca líder en Perú, la Cervecería Artesanal Barbarian, adquirida en 2019 por AB InBev, el mayor fabricante de cervezas del mundo.
La clave del éxito que hasta el momento ha alcanzado la empresa peruana, que ostenta ya 52 medallas nacionales e internacionales, radica en que “debido a la excelente gastronomía del país, el paladar de los peruanos es muy exigente también con las cervezas”, dijo a Efe el fundador y gerente de Márketing de la compañía, Ignacio Schwalb.
Por ese motivo, agregó, “se ha desarrollado la creatividad en el uso de insumos locales, como quinua, maíz de jora, maíz morado y miel de la selva”, gracias a lo cual han podido hacer ventas en Estados Unidos, España, Chile y Brasil.
Además, anualmente sacan a la venta alrededor de 40 cervezas diferentes, de las cuales 6 o 7 las hacen de manera constante, y el resto son innovaciones o bebidas de temporada.
Esto, explicó Schwalb, “mantiene la marca fresca, divertida y da de qué hablar”, de tal modo que al finalizar 2021 esperan “crecer en un 250%”; abrir 3 o 4 locales, que se sumarán a los 7 que ya tienen en Perú, e incursionar en el sector de las franquicias, lo cual evidencia que el futuro de las cervezas artesanales latinoamericanas es tan seductor como el sabor de la bebida misma.