Samira Mariana muestra sus dedos aún hinchados. Para ella, actualmente, abrir una botella de plástico o girar el picaporte de la puerta resulta una actividad dolorosa.
Samira, como varios de sus vecinos de Fernando de la Mora, Zona Sur, padecieron chikungunya.
“Casi todos en el barrio ya tuvimos la enfermedad de la chikungunya. Hay vecinos que hace más de un mes no pueden caminar bien a causa de la afección”.
Muchos de sus vecinos no fueron a consultar. Por los síntomas y cómo les afectó dedujeron que se trataba de la enfermedad transmitida por el Aedes aegypti.
”En mi caso tuve pocos días de fiebre, luego me dio náuseas, vómito y después aparecieron las ronchas en todo el cuerpo con hinchazón de las manos, Es una enfermedad muy dolorosa, hace casi un mes que me tomó y sigo con dolores, vivo con pastillas antirreumáticas para superar el dolor”, describe Samira.
Una de sus vecinas cuenta que a casi todos los miembros de su familia les tomó la enfermedad. Hasta ahora los síntomas están presentes y no pasan con analgésicos, dice.
Samira revela que en su barrio los adultos mayores fueron los más golpeados por el virus.
“Algunos hace más de un mes están sin poder caminar bien y buscando dónde hacer fisioterapia”, cuenta.
Joaquín, profesional de la construcción y con 69 años, residente en San Lorenzo, también fue afectado por chikungunya. De la enfermedad, le queda un dolor de rodilla.
Oculto. Fernando de la Mora, Zona Sur, y el barrio de San Lorenzo donde vive Joaquín no aparecían hasta hace poco en el mapa epidemiológico de chikungunya.
El subregistro, casos que no entran en las estadísticas porque los pacientes no van a los centros asistenciales, es una realidad en escenarios como el que se presenta actualmente.
El doctor Guillermo Sequera, responsable de Vigilancia de la Salud, señala que es difícil determinar cuánto sería el subregistro ahora.
“Podría ser de tres veces más de la cantidad de casos que tenemos actualmente”, estimó Sequera.
Cuando es más grande la epidemia, los casos que no se contabilizan son aún más. En ocasiones como esa, los análisis ya suelen determinarse por nexo epidemiológico.
El referente de Vigilancia de la Salud mencionó que interesa bastante saber dónde se inicia la escalada de casos.
La movilidad para ir a trabajar o estudiar determina que las personas de 20 a 30 años sea el grupo con más cantidad de afectados a causa de la enfermedad.
Sin embargo, aunque son menos los casos, en niños y adultos mayores son los más graves, detalló el responsable de Vigilancia de la Salud.
La escalada de chikungunya empezó en Limpio y Mariano Roque Alonso y se va extendiendo a otros barrios y ciudades del país.
Drama social y ambiental de criaderos
A diferencia de otros lugares, donde el servicio de recolección de basura es deficiente, en en el barrio de Samira Mariana sí se cumple.
Sin embargo, existe un problema. Como el trabajo se hace a primeras horas de la mañana, las bolsas quedan toda la noche fuera.
“Pasa el recolector, pero por las noches los adictos se pasean y rompen las bolsas, creando vertederos en cualquier esquina donde se crían los mosquitos”, describen al hablar del drama en Zona Sur de Fernando de la Mora.
La cantidad de basura atrae a los mosquitos y otras alimañas que ponen en peligro la salud de la población.
La recolección informal y por ende la existencia de sitios clandestinos donde tiran los desperdicios es un problema a lo largo y ancho de varias ciudades del país.
A esta situación se suma la existencia de los terrenos abandonados o semiabandonados, patios baldíos y la proliferación de malezas, incluso en los espacios públicos.
El viernes, el Ministerio de Salud Pública realizó una reunión con autoridades comunales de Asunción y Central.
En el encuentro se debatieron ideas y lineamientos con representantes de diferentes gobiernos locales para coordinar trabajos en la lucha contra chikungunya, dengue y zika. En las últimas tres semanas, se han registrado casi 3.000 casos confirmados de chikungunya a nivel país.
