De manera abrumadora, con un porcentaje que superó los pronósticos, un 78,27% de los más de 7,5 millones de votos registrados en el plebiscito del domingo fueron a favor del “Apruebo” sobre el cambio de la Carta Magna. Un 21,73% votó por el “Rechazo”, escrutadas el 99,85% de las mesas.
La participación en la consulta realizada en plena pandemia alcanzó al 50,90%. Es la más alta desde que entró en vigencia el voto voluntario en 2012, y superó a la votación de la presidencial pasada, cuando fue electo Sebastián Piñera, aunque se esperaba una aún mayor asistencia.
“Estoy feliz con la sensación de que el pueblo por fin hizo escuchar su voz y no se amedrentó por las campañas del terror”, dijo este lunes a la AFP, Carolina Martínez, una secretaria de 58 años.
Andrés Castro, de 33 años y desempleado, también celebró: “Estoy muy alegre de todo esto; fue algo que se esperaba hace rato, y por fin estamos haciendo un cambio después de todos estos años”.
PROCESO. El respaldo al cambio y el hecho de que la jornada electoral haya transcurrido y finalizado solo con algunos incidentes menores podrían bajar la tensión hacia los próximos dos años, en los que se llevará a cabo la Convención Constitucional. Sin embargo, no se espera que desaparezcan del todo los brotes de violencia que han acompañado este año de manifestaciones.
“Es difícil que las protestas y la violencia en Chile desaparezcan de manera inmediata a raíz de este resultado. Probablemente, tengamos brotes de violencia pensando en que el gobierno de Piñera se encuentra con un apoyo cercano al 15% y que claramente salió derrotado en este plebiscito”, dijo Mauricio Morales, experto electoral de la Universidad de Talca.
La Policía, en tanto, reportó 260 detenidos en las manifestaciones tras el triunfo electoral que se realizaron en todo el país, 62 de ellos en Santiago, por desórdenes y saqueos.
A partir de ahora, Chile inicia un proceso cuyo primer paso será el 11 de abril, con la elección de los 155 constituyentes que integrarán la Convención Constitucional, de carácter paritario.
Los chilenos también votaron abrumadoramente que este órgano redacte la nueva Carta Magna, en vez de una comisión que incluía también a parlamentarios en ejercicio.