El Ejército de Chile removió a 21 generales, una profunda renovación del alto mando de la institución sacudida por una investigación por un millonario fraude que involucraría a decenas de sus oficiales.
El retiro de los generales se resolvió “atendiendo a diversas consideraciones que comprenden la renuncia voluntaria, el término de la carrera militar, la evaluación de la gestión y las necesidades institucionales“, explicó el Ejército en un comunicado sobre el mayor cambio del alto mando militar de los últimos años.
En total, en torno al 45% de los altos mandos han sido apartados y ya han sido susti-tuidos, según el comunicado del Ejército. Las remociones de los 21 generales –la mayoría en edad de extender por varios años su carrera militar– se producen a semanas de que la justicia militar dictaminara prisión preventiva para el segundo mando del Ejército, el general John Griffiths.
El procesamiento de Griffiths, ya en libertad tras pagar la fianza, se dio en el marco del llamado “Milicogate“, una megacausa que investiga desde hace dos años a una red de uniformados y civiles por apropiación indebida de millonarios fondos –derivados de la ley reservada que entrega a las Fuerzas Armadas el 10% de las ventas de cobre de la cuprífera estatal Codelco– utilizados para viajes.
El militar está siendo investigado por orquestar maniobras con dinero público para usar a su favor y el de otros oficiales, que podrían incluir a algunos de los generales removidos. El ministro de Defensa aclaró que “sería incorrecto e injusto deducir que todos los generales llamados a retiro están involucrados en los hechos investigados por la justicia”. AFP