La novelista, apellidada Liu y conocida bajo el seudónimo Tianyi, fue condenada por un tribunal de la provincia de Anhui (en el este) debido a que su libro “Gongzhan”, que relata la historia de amor prohibida entre un profesor y un estudiante, contiene “un comportamiento sexual obsceno entre hombres” y “actos sexuales pervertidos como violaciones y abusos”.
Según un informe policial citado por el diario oficial Global Times, la Policía precisó que se han vendido más de 7.000 “ejemplares pornográficos” de la obra, de los que la autora ha obtenido “ganancias ilegales” de 150.000 yuanes (unos 21.600 dólares o 19.000 euros) en muy pocos meses.
La sentencia, ya recurrida por la escritora, también ha sido criticada por algunos expertos, como el abogado Deng Xueping, que la consideró desproporcionada y exigió que se revise al estar basada en una interpretación judicial de 1998.
“Está alejada de todo los cambios que han tenido lugar en la sociedad”, aseguró el abogado Deng Xueping al diario South China Morning Post.
Pese a que la homosexualidad es legal en China desde 1997 y fue desclasificada como un desorden mental en 2001, todavía una amplia mayoría de los chinos ve esta condición sexual como una enfermedad, mientras este colectivo, que en China está formado por unos 70 millones de personas, carece de cualquier tipo de protección.
El sociólogo y sexólogo chino Li Yinhe también opinó que aunque la escritora “violó la ley, una sentencia de un año sería demasiado, no digamos ya una de diez años”.
La decisión judicial también ha provocado indignación en las redes sociales, donde los usuarios de Weibo, similar a Twitter, critican que otros delitos más graves como los abusos sexuales no reciben un castigo adecuado en el país asiático.
Por ejemplo, una usuaria contó que el pasado mayo sufrió una agresión sexual en Pekín y su agresor solo fue condenado a ocho meses de prisión.
La homosexualidad está contemplada como un acto “anormal” en la legislación china, por lo que las autoridades han desarrollado diferentes normativas para censurar la difusión de contenido gay.
“Vídeos que muestren actos o relaciones sexuales ‘anormales’ como el incesto, la homosexualidad y la violencia o el abuso sexual deben ser eliminados”, detalla una regulación sobre contenido en internet lanzada en 2017.