Desde que se abrieron las adopciones internacionales de niños nacidos en China, en el marco de la política de hijo único para disminuir la presión demográfica, 160.000 infantes viajaron a otros países con sus nuevos padres, especialmente en Estados Unidos y España.
“Expresamos nuestro agradecimiento a los gobiernos y familias extranjeros que desean adoptar niños chinos, por sus buenas intenciones y el amor y la amabilidad que han demostrado”, dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning.
Esta nueva medida se da en medio de una campaña para incentivar a las parejas jóvenes a casarse y tener hijos, luego de una reducción significativa de su población en los últimos años, informó El País.
Con la política anterior, las familias solo podían tener un hijo y muchas veces, elegían quedarse con los varones, que tradicionalmente se encargaban del cuidado y manutención de sus padres en la vejez, mientras que las mujeres eran dadas en adopción.
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Esta norma rigió hasta el 2015, pero la cantidad de nacimientos siguió bajando.
En general, la población china cerró 2023 con 1.409,67 millones de habitantes, lo que supone una reducción de 2,08 millones con respecto al año anterior, un dato muy superior a la disminución de la población de 850.000 en 2022, que fue la primera desde 1961, durante la Gran Hambruna de la era de Mao Zedong, de acuerdo a Asian News.
China se respaldó en las “tendencias internacionales” para desactivar las adopciones internacionales, refiriéndose a Países Bajos que prohibió a sus ciudadanos que adopten niños de países extranjeros, en tanto que en Dinamarca quedó sin la única agencia especializada en estos trámites.