Esta respuesta provocó más agitación en los mercados, con caídas en las bolsas europeas, una escalada del oro y una caída del dólar.
En un mensaje en su plataforma Truth Social, el presidente estadounidense, Donald Trump, siguió defendiendo el viernes su estrategia: “Lo estamos haciendo realmente bien”.
“¡Muy emocionante para Estados Unidos y el mundo!”, escribió.
Pero en una señal de la creciente preocupación de los inversores por la salud de la economía estadounidense bajo el gobierno de Trump, el dólar cayó a un mínimo de tres años frente al euro.
En Pekín, la Comisión Arancelaria del Consejo de Estado afirmó en un comunicado que “la imposición por parte de Estados Unidos de aranceles anormalmente altos a China viola de forma grave las normas comerciales internacionales, las leyes económicas básicas y el sentido común”.
Y anunció que a partir de este sábado aplicará aranceles del 125% para los productos estadounidenses, en represalia por los gravámenes de 145% impuestos a las importaciones chinas en Estados Unidos.
Pekín precisó que no seguirá aumentado más sus aranceles, aunque Washington lo haga.
China anunció también que presentará una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por la última ronda de aranceles de Trump, después de haber recurrido esta semana al organismo.
Los economistas advierten que las barreras al comercio entre las economías china y estadounidense, estrechamente ligadas, amenaza a las empresas, aumentarán los precios para los consumidores y podría causar una recesión global.
Ipek Ozkardeskaya, analista del banco Swissquote, consideró que la magnitud de los aranceles es tal “que ya no tienen sentido”.
“Pero en China, está claro que ahora están dispuestos a llegar tan lejos como sea necesario, ya que han renunciado a ganancias a corto plazo a cambio de un alivio a largo plazo”, dijo a AFP.
Trump anunció el pasado miércoles una pausa de 90 días en los aranceles que acababa de imponer a 60 socios comerciales, excepto a China.
Sin embargo, Washington mantiene aranceles mínimos del 10% y tasas del 25% sobre el acero, el aluminio y los automóviles, que afectan entre otros a la Unión Europea.
El presidente chino, Xi Jinping, urgió a la UE a “resistir juntas” al “hostigamiento”.
En una reunión en Pekín con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, el dirigente de la segunda economía mundial destacó la necesidad de cooperación ante la guerra comercial lanzada por Trump.
“China y la UE deben asumir sus responsabilidades internacionales, proteger juntas la globalización económica (...) y resistir juntas a todo hostigamiento unilateral”, aseguró Xi.
“Tanto España como Europa tenemos un importante déficit comercial con China que hay que trabajar por subsanar”, afirmó Sánchez.
Pero “no debemos dejar que las tensiones comerciales se interpongan al potencial crecimiento de nuestra relación entre China y España y entre China y la UE”, agregó el mandatario socialista español.
El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, mantendrá el lunes entrante en Washington reuniones con altos funcionarios estadounidenses para “evitar una escalada” de tensiones comerciales, indicó la Comisión Europea.
La Unión Europea decidió suspender las medidas de represalia preparadas “para dar una oportunidad a las negociaciones” después de que Trump pausara los llamados “aranceles recíprocos”.