“Estados Unidos consume el 80% de opioides en todo el mundo. Tiene una demanda anormalmente alta por estas sustancias. Hemos hecho todo lo que hemos podido y deberían estar agradecidos”, afirmó un funcionario del Ministerio de Exteriores de China que pidió no ser identificado en una rueda de prensa organizada por esa cartera.
Sin embargo, dijo, “Estados Unidos lo ha estado politizando”, “ha estado utilizando esta excusa” para imponer aranceles y empezar una guerra comercial.
Agregó que es “difícil de creer en la buena voluntad estadounidense”.
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“China está dispuesta a seguir cooperando, pero no aceptará chantajes”, afirmó, y pidió “respeto mutuo” e “igualdad” para relacionarse con el país asiático.
“China ha adoptado medidas estrictas y aplicado la ley en colaboración con aduanas, inteligencia, y otros departamentos de la Administración china. Mantenemos comunicación continua con EEUU. Hemos impedido estrictamente el uso, contrabando, producción y tráfico de esa sustancia y sus precursores”, señaló otro funcionario del Ministerio de Seguridad Pública al comentar sobre un “libro blanco” que el Gobierno chino publicó la semana pasada.
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Según el funcionario, se ha mejorado la tecnología para detectar la sustancia y controlar así el tráfico de esta droga, supervisando cualquier tipo de información relacionada en Internet.
“China se opone a que se la acuse con el dedo”, agregó, enfatizando que el país asiático “ha fortalecido la cooperación internacional” en este campo mediante “un diálogo pragmático”.
Otro funcionario de Exteriores argumentó que las medidas que ha tomado China son “serias” y que para ponerlas en marcha “ha sido necesaria la cooperación de diferentes departamentos gubernamentales”.
Según afirmó, China ha intentado ayudar a Estados Unidos a solucionar el problema con la droga y cooperado “profundamente” con este país, incluyendo a los precursores en su catálogo de estupefacientes, a los que implementa “un control estricto”.
El Ejecutivo chino asegura igualmente en su “libro blanco” que ha estado promoviendo activamente la construcción de “un sistema de trazabilidad” utilizando las nuevas tecnologías para “supervisar cualquier vínculo” con la producción, transporte, importación y exportación de estas drogas.
“Estamos previniendo aún más eficazmente el tráfico, hemos respondido activamente a los nuevos desafíos que plantean estas sustancias”, clama Pekín. El texto también indica que China ha fortalecido la supervisión con inspecciones rutinarias.
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No obstante, Trump considera que Pekín no está haciendo lo suficiente para evitar la entrada de fentanilo en su país, y asegura que el 90% de las muertes por opioides en Estados Unidos se deben a esta sustancia que, según Washington, llega a través de México y Canadá, pero cuyos precursores proceden de China.
Por ello, decidió duplicar desde el 4 de marzo al 20% los aranceles adicionales impuestos al país asiático desde que regresó a la presidencia, a lo que Pekín respondió con gravámenes del 10% y el 15% a productos agropecuarios procedentes de Estados Unidos.
China ya impuso en febrero una primera tanda de gravámenes del 10% a otros productos estadounidenses, además de establecer nuevos controles a las exportaciones de minerales clave y abrir una investigación contra el gigante tecnológico estadounidense Google.
Fuente: EFE.