En medio de la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2, un hipotético hermano SARS-CoV-3 podría estar ya agazapado en la naturaleza a la espera de un próximo ataque a la humanidad, según estudios de un grupo de científicos.
Lea más: Cuatro nuevas especies de murciélagos, “primos” de los vinculados a Covid-19
Los especialistas, liderados por el ecólogo boliviano Carlos Zambrana, de la EcoHealth Alliance, una organización internacional con sede en Nueva York dedicada a investigar las enfermedades emergentes que surgen de la fauna salvaje y amenazan a la humanidad, analizaron más de 1.200 secuencias genéticas de coronavirus hallados en murciélagos.
Un total de 630 secuencias genéticas son nuevas y el suroeste de China es un centro de diversificación de estos virus, por lo que es muy probable que se registren nuevas pandemias en el futuro, según dijo Zambrana.
Los científicos no analizaron el genoma completo de cada virus, así que las 630 nuevas secuencias genéticas publicadas ahora no se corresponden necesariamente con nuevas especies de coronavirus, aunque el ecólogo boliviano cree que posiblemente se trata de “cientos” de patógenos desconocidos hasta ahora, informó el sitio digital tn.com.ar.
Nota relacionada: ¿Qué sabe la ciencia del nuevo coronavirus?
El nuevo análisis genético es un borrador pendiente de su publicación en la revista especializada Nature Communications, que apunta a los murciélagos de herradura como principal reservorio de virus similares al SARS, otro coronavirus hermano del actual, que surgió en 2002 en China y mató a unas 800 personas.
El equipo de científicos de la EcoHealth Alliance y el Instituto de Virología de Wuhan tomó muestras de miles de murciélagos de una quincena de provincias chinas entre 2010 y 2015. El ecólogo Zambrana explicó que cuando atrapan a un murciélago casi siempre da negativo al coronavirus y que para encontrar un positivo tienen que muestrear a cientos de ellos.
Le puede interesar: El coronavirus actual no saltó de los pangolines a humanos, apunta un estudio
La EcoHealth Alliance está en la mira de la administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump por colaborar con el Instituto de Virología de Wuhan, acusado sin ninguna prueba de haber fabricado el SARS-CoV-2 en sus laboratorios.
El pasado 17 de abril, Trump anunció que cortaría la financiación a la EcoHealth Alliance por trabajar con los virólogos chinos.