Los líderes de China han puesto como prioridad avanzar en su programa espacial, y el presidente Xi Jinping ha pedido que el país se posicione como una potencia espacial.
La sonda Chang’e 3, nombrada como una diosa de la mitología tradicional china, aterrizó el sábado en la Luna con un robot lunar llamado El Conejo de Jade.
El desarrollo de la sonda Chang’e 5, encargada de recoger muestras en la Luna, está muy avanzado y se espera que su lanzamiento sea alrededor del 2017, dijo un portavoz de la Administración Estatal de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional.
“Después del éxito de la misión del Chang’e 3, el programa de exploración lunar entrará en la tercera fase, cuyo principal objetivo es lograr la recolección automática de muestras sin tripulación y traerlas de vuelta (a la Tierra)”, dijo el portavoz Wu Zhijian en conferencia de prensa.
China tiene pendiente anunciar sus ambiciones lunares más allá de la recolección de muestras, dijo Wu al ser consultado sobre si el Gobierno planea mandar astronautas, e insistió en los fines pacíficos de la misión.
“El programa de exploración lunar de nuestro país es un programa tecnológico para usos pacíficos del espacio exterior, además de un programa abierto”, dijo Wu, citando la cooperación con sus pares rusos y europeos y con entidades internacionales.
El Departamento de Defensa estadounidense destacó las crecientes capacidades espaciales de China, sin embargo, dijo que pretenden evitar que sus adversarios puedan beneficiarse de ventajas espaciales en caso de una crisis.
A pesar de ciertos avances considerables, el programa espacial de China está aún por detrás del estadounidense y del ruso. REUTERS