Las diversas recetas también son una tradición que se transmite de generación en generación, y en la familia Ruiz Díaz Cañete no es la excepción, sino por el contrario, esta costumbre está mucho más arraigada, pues son una familia de chiperos y panaderos, donde aprender a amasar es indispensable para todos, desde los primeros años de vida.
Esta familia se reunió alrededor de la mesa para amasar y dar divertidas formas a las chipas que saborearán en estos días santos, de la receta que fuera del abuelo, don Miguel Ángel, fundador de la empresa familiar Más Que Pan.
Sin lugar a dudas, chipa apo es un clásico que debe perdurar, pues los más pequeños son los más emocionados, porque es toda una aventura vivir ese momento familiar, donde se mantiene viva la tradición con sentido religioso.
Hoy, la familia Ruiz Díaz, experta en la materia, comparte con los lectores de ÚH su receta familiar, ideal para elaborar con los más pequeños de la casa; la misma que fue mezclada por Pako con el propósito de ir pasando de generación en generación la costumbre.
Ellos elaboraron chipa tradicional y también chipa piru, que llevan prácticamente el mismo proceso, la misma receta, con la diferencia de la cocción de esta última, que debe ser crocante por fuera, blanda adentro y que sea una chipa bien comestible.
La receta
Para la elaboración de la masa se precisan 1 kg almidón de mandioca; 200 gramos de materia grasa (puede ser margarina, manteca o grasa de cerdo; 4 huevos; 1/2 kilo de queso Paraguay, 1/2 litro de leche, 20 gramos de sal y 20 de anís.
La preparación consiste en hacer una corona con el almidón y en el medio se baten la materia grasa, el huevo y los demás ingredientes hasta ir integrando todo. Una vez que se logra una mezcla homogénea, se le da la forma deseada, y se lleva a horno a 250 grados, por 10 minutos.
Tradición paraguaya a EEUU
El chipa piru es una de las especialidades de la marca de la familia, que lleva 26 años de trayectoria y envía desde hace 10 años este producto, y otros, a los Estados Unidos. “Enviamos una vez al mes. En temporada de frío, solicitan más los productos secos como coquitos, rosquitas y palitos que también enviamos, pero siempre la chipita es la más demandada”, menciona el gerente de Producción, Francisco Ruiz Díaz.
Las mercaderías que se exportan van enfocadas en la comunidad paraguaya residente en Estados Unidos. “Un amigo que vive allá, me mostró que uno de los clientes realiza un recorrido de más de 240 km, para ir a comprar la chipita de Más Que Pan”, comenta Ruiz Díaz.
En cuanto a la receta, es muy tradicional, pero con algunos agregados. “El chipa piru se elabora en forma artesanal, todo es a mano”, explica.
La preparación para el envío de los 200 kilos de chipitas se alista en paquetes de 250 gramos, que se encajonan para enviar por avión. Por último, Pako refiere que en la firma todo es artesanal. “Estamos hace más de 26 años con la panadería, somos muy tradicionalistas, como se aprecia. No contamos con mucha maquinaria, no usamos los famosos mejoradores ni aditivos. Somos una empresa que trabaja artesanalmente. Creo que por eso seguimos contra viento y marea”, dice Ruiz Díaz, sin sacar las manos de la masa.