En Presidente Franco, la ayuda de las instituciones públicas, como la Municipalidad o el Gobierno Central, no llegó a muchas familias. Eso atestiguó Milca Cardozo, una de las vecinas que desde hace 5 días están cocinando para las familias con mayor necesidad. “La familia de Miguela Paredes cedió su comedor para hacer la comida. El local está cerrado por la cuarentena y ahora podemos usar sus equipos para cocinar”, reveló Cardozo. Todo empezó con un grupo de amigas del barrio, que vieron la gran necesidad de comida que ya hay en algunas familias. “Empezamos con una colaboración, luego ya recibimos donaciones. Tenemos censadas a familias de mototaxistas, vendedores ambulantes, recicladores, con cero ingresos económicos a causa de la cuarentena obligatoria”, relató.
El grupo inició cocinando en olla popular para 150 personas, diariamente. “Es difícil incluso hacer las compras, porque existe mucho control, pero gracias a Dios los policías reconocen nuestro trabajo social y nos dejan pasar. Yo creo que si se alarga la cuarentena vamos a necesitar más”, agregó Cardozo. Como anécdota refirió que algunas familias les preguntan si no saben cuándo se recibiría la ayuda de la Municipalidad, ya que algunas fueron censadas, pero no recibieron la cesta básica. “Algo llamativo es que el que está teniendo lo justo es el que más da”, acotó.
En coronel Oviedo. La necesidad une corazones y genera un ambiente solidario donde todos participan con un granito de arena para sobrellevar momentos difíciles y de angustia. Un grupo de jóvenes terminó de preparar 2.500 chipas a ser distribuidas a familias necesitadas en territorios sociales de Coronel Oviedo. La idea apuntó a 1.000 chipas, pero el apoyo recibido fue grande que motivó a pensar en grande y llegar de esa manera a más beneficiados.
El intenso trabajo no cansó a este grupo de jóvenes del barrio 12 de Junio de la capital del V departamento. Más bien constituyó un desafío teniendo en cuenta la causa humanitaria que los unió. Como todo creció fue necesario contar con equipos industriales. Y allí estuvo presente el SNPP, regional Coronel Oviedo, que puso a disposición amasadoras y hornos para agilizar la actividad.
Un promedio de 10 chipas por familia serán entregadas para que la Semana Santa sea más llevadera frente a las restricciones que obliga el Covid-19. Ejemplos de solidaridad como estas acciones vuelven más humana y armoniosa la convivencia entre paraguayos. Diana Escandriolo, una de las que se encuentra al frente de la organización comentó que todo se inició semanas atrás cuando comenzaron a visitar asentamientos para asistir primeramente a niños con pequeñas ayudas. “Cuando socializamos la idea a través de las redes sociales la aceptación fue maravillosa y comenzaron a llegar las donaciones para hacer y repartir las chipas”, dijo Diana.