Durante la misa presidida por el obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, el padre Gambalunga se encargó de la homilía, ante una animada concurrencia en la Basílica Menor de Caacupé, que celebraba la beatificación de la carmelita paraguaya María Felicia de Jesús Sacramentado.
Resaltó que Chiquitunga es la primera paraguaya en los altos altares. “Tener un Santo es tener una persona que conocemos y representa, Chiquitunga representa lo mejor de las características del pueblo paraguayo”, reflexionó.
Indicó que la beata abre todos los caminos hacia Dios e instó a los feligreses a cortar con todo aquello que nos aleja de Cristo. “Chiquitunga reconoce la situación de ser más cristianos”, acotó.
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La celebración fue pensada para los devotos del interior del país que no lograron asistir a la fiesta que se llevó a cabo este sábado en el Estadio General Pablo Rojas del Club Cerro Porteño.
Una de las atracciones de dicha celebración fue el retablo preparado por el artista Koki Ruiz. El rostro de la venerable paraguaya fue descubierto durante el acto central.
¿Quién fue Chiquitunga?
La carmelita nació en Villarrica el 12 de enero de 1925. A los 14 años se unió a la Acción Católica y trabajó ayudando a niños, jóvenes trabajadores, universitarios con problemas y, además, a los pobres, los enfermos y los ancianos, según el portal de ACI Prensa.
El 14 de agosto de 1955, a la edad de 30 años, respondió al llamado que Dios le hizo para ingresar a la vida contemplativa en el Carmelo de Asunción.