Lula había reconocido que durante el gobierno de Jair Bolsonaro se dieron operaciones de inteligencia para espiar la posición paraguaya en torno a las negociaciones sobre la hidroeléctrica paraguayo brasilera Itaipú, donde se deben establecer nuevas condiciones sobre el Anexo C.
“El tema de Brasil es grave, y hay que pensar que este señor Lula sabía todo y no dijo nada, se vio apretado por la prensa y recién ahí habló; esa es la primera medida”, expresó el especialista en ciberseguridad, quien cuestionó la posición de respuesta que dio la Cancillería de Paraguay ante semejante situación.
Gaspar instó a las autoridades paraguayas a tomar en serio la situación dada y llevar adelante consultas que estén a la altura, con el objetivo de tomar las acciones que correspondan en derecho en el plano internacional.
“Lo segundo es que tendríamos que pedirle (al Gobierno del Brasil) explicaciones de qué equipos y personas fueron vulneradas, por cuánto tiempo, qué información se sacó, cuál era la finalidad específica del espionaje, porque esto es espionaje gubernamental por infiltración”, expresó el especialista.
Agregó que también se debe averiguar si la Embajada de Brasil en Paraguay tuvo algo que ver, y si es así, se debería expulsar al embajador.
Instó también a pedir explicaciones sobre el supuesto involucramiento de Chile y Panamá en todo esto, en el caso de que estén enterados.
“Hay demasiadas preguntas para la escasa o nula respuesta de parte del Gobierno. Muero por ver el informe del Brasil, porque lo que presentó Paraguay a través de la Cancillería es una vergüenza, una tremenda tarugada”, manifestó el experto en ciberseguridad en relación con la pobre gestión de la diplomacia paraguaya.