El Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) informó este martes en un comunicado que las rocas corresponden a basaltos y andesitas basálticas del volcán Orca, cercano a la base científica Machu Picchu que Perú tiene en la Antártida.
En esta investigación también participan la Universidad de la República del Uruguay, la Universidad Científica del Sur, de Lima; el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andréis (Invemar), de Colombia; el Instituto de Geología y Minería de España (IGME) y el Servicio Hidrográfico de España.
El estudio busca averiguar más detalles sobre los efectos que las emanaciones hidrotermales de estos volcanes antárticos tienen en el ecosistema que los rodea y cómo los organismos que lo habitan se adaptan a ellas.
Por ello, la investigación fue llamada “Evolución del volcanismo submarino en el Estrecho de Bransfield: relación de las emanaciones hidrotermales con la biodiversidad y el cambio climático”.
El ingeniero Luis Cerpa, investigador de la Dirección de Geología Regional del Ingemmet, indicó que en la cuenca del volcán Arco, en el estrecho de Bransfield, existe presencia de un volcanismo activo con algunas ocurrencias hidrotermales que generan un ecosistema muy particular poco explorado.
Las rocas en estudio fueron recolectadas mediante dragas durante la vigésimo séptima misión científica de Perú en la Antártida, desarrollada entre el 11 de diciembre de 2019 y el 20 de marzo de 2020.
La expedición se realizó a bordo del Carrasco, el buque oceanográfico polar de la Armada peruana, construido en el astillero de Paulino Freire, de Vigo (España).