El estudio conjunto, publicado la semana pasada, dijo que la ruta de transmisión más probable del SARS-CoV-2 –el virus que causa el Covid-19– involucró a murciélagos y otros animales salvajes en China y el sureste de Asia. Descartó casi por completo la posibilidad de una filtración desde un laboratorio.
En una carta abierta, 24 científicos e investigadores de Europa, Estados Unidos, Australia y Japón declararon que el estudio está contaminado por la política.
“Su punto de partida fue, tengamos tanto compromiso como sea necesario para obtener una mínima cooperación de China”, indicó Jamie Metzl, miembro principal del grupo de expertos del Atlantic Council, quien redactó la carta.
La carta afirmó que las conclusiones del estudio se basan en investigaciones chinas inéditas, mientras que los registros críticos y las muestras biológicas “permanecen inaccesibles”.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, sostuvo la semana pasada que China ocultó datos, e incluso afirmó que la tesis que sostiene que el virus podría haberse escapado de un laboratorio de Wuhan debía investigarse con mayor profundidad.
PREOCUPACIÓN. Estados Unidos y otros trece países también expresaron su preocupación sobre el informe publicado y afirmaron que la misión internacional de científicos “se retrasó significativamente” y que “no tuvo acceso a datos y muestras” del virus “originales y completas”.
Los expertos de la OMS solamente habrían obtenido informes que habían elaborado previamente expertos chinos o que no pudieron revisar los datos originales sobre los que se basaron esos informes, impidiéndoles así llegar a sus propias conclusiones sobre el origen y la forma en la que se propagó el virus, según medios estadounidenses, como The Wall Street Journal.
Liang Wannian, principal experto chino sobre el Covid-19, lo negó tajantemente y pareció descartar cualquier investigación conjunta adicional en China.
Metzl afirmó que el mundo podría tener que “volver al plan B” y realizar una investigación “de la manera más sistemática posible” sin la participación de Pekín.
“China tiene bases de datos de los virus que tenían (...) hay notas de laboratorio del trabajo que se estaba haciendo”, dijo. “Hay todo tipo de científicos que están haciendo el trabajo y no tenemos acceso a esos recursos ni a esas personas”, afirmó Metzl.
En respuesta a la carta publicada por los científicos, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, señaló que su propósito es evidente y que países, como Estados Unidos, y no China, son los culpables de politizar las investigaciones sobre el origen del Covid-19.
“Ellos insisten con politizar el asunto..., dañando y perjudicando la cooperación de China con la OMS, desacreditando a China...”, afirmó.
Vacunas
La campaña de vacunación anti-Covid en Europa sufrió un nuevo golpe con el anuncio de al menos dos nuevas investigaciones sobre el impacto del fármaco de AstraZeneca sobre la circulación sanguínea, mientras que Estados Unidos descartó por el momento dudas relacionadas con el de Johnson&Johnson. Ante la alarma de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), el regulador sanitario de Estados Unidos dijo este viernes que no había encontrado un vínculo “causal” entre la vacuna de Johnson&Johnson y los coágulos sanguíneos. Sin embargo, su investigación continúa después de que “algunos individuos” sufrieran complicaciones tras la aplicación. AFP