Los expertos han nombrado Pinanga subterranea a este ejemplar nativo de Borneo, en el sureste de Asia, y señalan que hasta ahora este fenómeno de producción dual subterránea solo se había registrado en un tipo de orquídea (Rhizanthella).
Los científicos explican que la palmera había pasado hasta ahora desapercibida para el mundo de la ciencia, si bien los lugareños la conocían y valoraban por su fruto.
Por ello, en su estudio, publicado en la revista PALMS, de la Sociedad Internacional de Palmeras, reconocen “la importancia de utilizar el conocimiento indígena para acelerar la identificación de especies”.
Antes de su descripción científica, la planta se conocía en al menos tres idiomas de Borneo con los nombres de pinang tanah, pinang pipit, muring pelandok y tudong pelandok, precisan.
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La nueva especie de palma se suma a las alrededor de 300 registradas hasta ahora en la isla de Borneo y a unas 2500 conocidas en todo el mundo, la mitad de las cuales pueden estar en peligro de extinción.
Benedikt Kuhnhäuser, de Kew, admite que “sin el aviso de nuestro colega de Malasia, el doctor Paul Chai, probablemente habríamos confundido esta nueva y emocionante especie con una plántula de palma más y la habríamos dejado pasar”.
En cambio, han podido documentar científicamente “un caso increíblemente raro de geofloración, que es la floración subterránea, y el primer ejemplo conocido de este tipo en toda la familia de las palmeras”, declara.
Incluso tras la alerta por parte de Chai, que se encontró con la palmera por primera vez en 1997, los científicos afrontaron una ardua tarea para demostrar que la Pinanga subterranea era una especie nueva.
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Determinarlo requirió un meticuloso examen por parte de Agusti Randi, un experto en pinanga, quien comparó cuidadosamente el espécimen con todas las demás especies del género conocidas en Borneo.
Los expertos afirman que la geofloración y la geocarpia (florecer y frutificar bajo tierra, respectivamente) son fenómenos excepcionales, dado que la mayoría de las plantas con flores (angiospermas) han evolucionado para hacerlo al aire libre, a fin de facilitar la polinización y la dispersión de semillas.
Los científicos agregan que ahora deben estudiar cómo la Pinanga subterranea es polinizada, si bien ya saben cómo sus semillas se dispersan en la selva tropical: mediante las heces del cerdo barbudo (Sus barbatus), que consume su roja y jugosa fruta.
Fuente: EFE