La Autoridad de Protección Ambiental (EPA) de Australia Occidental, que se encuentra evaluando actualmente la extensión de este polémico programa que fue implementado durante el verano austral en esa jurisdicción, tiene plazo hasta el lunes para recibir comentarios.
El biólogo marino estadounidense Elliot Norse, que suscribió este documento enviado a la EPA, dijo que matar a los escualos, como el tiburón tigre, “es una idea terrible”, según la cadena australiana ABC.
“Los grandes depredadores son realmente importantes para el ecosistema y cuando se les mata se descubre generalmente que esto acarrea malas consecuencias”, comentó Norse, quien trabajó con el presidente estadounidense, Barack Obama, en los esfuerzos para preservar grandes porciones del océano Pacífico.
El polémico programa, que fue impuesto tras un aumento en las muertes de bañistas debido ataques de escualos en la última década, debe ser sometido de acuerdo a las leyes australianas a una evaluación ambiental integral debido a que expiró el visto bueno otorgado por el Gobierno de Camberra.
Durante las 13 semanas que duró este programa se capturaron 172 escualos, de los cuales 163 eran tiburones tigres, aunque ninguno de ellos perteneció a la especie de los tiburones blancos, a los que se culpa de matar a los seres humanos.
Del total de la captura, se mataron 50 tiburones tigres de más de 3 metros.
El programa también incluye la colocación de complejos sistemas de anzuelos tal y como se implementó en Queensland, donde no se ha registrado un ataque mortal de escualos desde 1961, aunque este estado australiano también tiene un sistema de redes, que Australia Occidental no utiliza, precisó la ABC.
La académica estadounidense Jessica Meeuwing recordó que en Hawaii se colocaron estos anzuelos para matar a los tiburones tigres durante 16 años y las medidas no tuvieron impacto en el número de ataques a bañistas, según la fuente.
El Gobierno de Australia Occidental pretende seguir con el programa tres años más, y fijar 72 sistemas de anzuelos en las costas metropolitanas y del litoral suroeste entre el 15 de noviembre y el 30 de abril.
En Australia, alrededor de 200 personas han muerto desde 1971 por culpa de los tiburones, 20 de ellas en Australia Occidental, según la Sociedad Australiana de Conservación Taronga.
El Ministerio del Medio Ambiente australiano calculó que había menos de 10.000 ejemplares de tiburón blanco en 1990, año en el que fue incorporado en la lista de especies protegidas, aunque es imposible hacer una evaluación de la población exacta.