“En un esfuerzo coordinado se ha formado un equipo transfronterizo por la conservación y conocimiento de la emblemática Rana Gigante del Titicaca (Telmatobius culeus) con la visión de que la especie tenga un futuro a largo plazo”, señala un comunicado de enviado a la AFP.
El equipo está compuesto por instituciones de varios países como el Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny, la Universidad Peruana Cayetano Heredia, el zoológico de Denver, Natural Way-Perú y el Museo de Zoología de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Se cuenta además con el respaldo de Naciones Unidas y del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF).
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La rana gigante del lago Titicaca, el anfibio acuático más grande del mundo, puede medir 145 mm de longitud e incluso alcanzar longitudes de 500 mm, según reseñó en 1970 el científico francés Jacques-Yve Cousteau. Vive en profundidades de hasta 100 metros.
Se caracteriza por su piel suave y holgada dispuesta en forma de saco con pliegues desprendidos, que le permite respirar en aguas que están a una altura de más de 3.800 metros sobre el nivel del mar en el lago Titicaca y algunas circundantes en La Paz (Bolivia) y Puno (Perú).
La rana gigante del Titicaca está considerada en peligro crítico, amenazada por su sobreexplotación con fines gastronómicos, usos rituales y el aprovechamiento de su piel para productos de peletería.
También conspira contra ella la elevada contaminación de las aguas del lago Titicaca que ha generado enfermedades infecciosas que afectan negativamente a las poblaciones del anfibio.