“Nuestro mapa muestra que el disco de la galaxia no es chato. Es ondulado”, dijo Przemek Mroz, del Observatorio Astronómico en la Universidad de Varsovia (Polonia) y uno de los autores del artículo.
Gran parte de lo que actualmente se conoce acerca de la forma espiral y la estructura de la Vía Láctea -la galaxia donde está ubicada la Tierra- se basa en mediciones indirectas hacia algunos de sus puntos destacados y de inferencias tomadas de otras galaxias del universo.
Los mapas galácticos creados a partir de esta información son incompletos y, tradicionalmente, han presentado la Vía Láctea como un disco plano.
Para su trabajo, Mroz y sus colegas de la Universidad estatal de Ohio y de la Universidad de Warwick, en el Reino Unido, tomaron como puntos de referencia las estrellas variables cefeida, astros que pulsan radialmente con cambios de temperatura, diámetro y amplitud en períodos muy regulares.
La relación directa entre la luminosidad y el período pulsar de las cefeidas permite tomarlas como indicadores importantes de distancia dentro y fuera de las galaxias.
“La luminosidad intrínseca de las cefeidas clásicas va de 100 a 10.000 veces la luminosidad del Sol”, explicó el artículo. “Esto es suficientemente brillante como para detectarlo a distancias extragalácticas y, dentro de nuestra galaxia, a través de las nubes de gas y polvo interestelares”.
Tomando como puntos de referencia las variaciones periódicas de las cefeidas se pueden determinar con gran exactitud las distancias a otras estrellas, señaló el artículo.
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La periodicidad en el pulso luminoso de las cefeidas permite la inferencia de la magnitud absoluta de estos astros, y “la distancia puede determinarse comparando las magnitudes absoluta y aparente si se conoce la extinción interestelar”.
Dorota Skowron, de la Universidad de Varsovia, y sus colegas calcularon la distancia a 2.431 estrellas cefeidas en toda la Vía Láctea, en su mayoría identificadas por el Experimento de Lente Optico Gravitacional, también conocido como OGLE, por sus siglas en inglés.
OGLE, que ha cubierto casi todo el disco galáctico visible desde el Observatorio Las Campanas, en Chile, ha duplicado con creces el número de cefeidas clásicas conocidas.
Después de determinar las coordenadas en tres dimensiones de cada cefeida distante en relación con el Sol de nuestro sistema planetario, el equipo de Skowron construyó un modelo tridimensional a gran escala de la Vía Láctea.
Este mapa nuevo ilustra de manera más adecuada la forma de la galaxia que se asemeja a un disco ondulado.