“Nuestra civilización depende de los polímeros sintéticos para todos los aspectos de la vida moderna, pero el reciclaje ineficiente y la degradación ambiental extremadamente lenta de los plásticos causan preocupación acerca de su uso generalizado”, señalaron los autores del estudio.
“Después de un solo uso, muchos de estos materiales se tratan, actualmente, como basura, con lo cual se subutiliza su valor químico y energético inherente”, agregaron.
Según el estudio cada año en todo el mundo se producen 389 millones de toneladas de plásticos, lo cual equivale a aproximadamente el 7% de todo el petróleo y gas natural utilizado, y algunos analistas vaticinan que la producción se cuadruplicará hacia el año 2050.
El impacto ambiental negativo es tremendo: casi el 75% de los materiales plásticos producidos cada año, esto es unas 300 millones de toneladas, se desecha después de haber sido usado una sola vez.
La mayor parte de estos desechos van a dar a vertederos, o se queman de forma ineficiente en plantas, para la generación de electricidad de las cuales emanan gases que calientan la atmósfera.
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“El reciclaje de vidrios y aluminio es eficaz en tanto que el procesamiento de los desechos plásticos tiene límites por problemas técnicos que incluyen la contaminación por la mezcla de polímeros y aditivos como, asimismo, la degradación en el curso de la fundición”, explicó el artículo.
“De esta manera, el reciclaje de los plásticos resulta en materiales de escaso valor con propiedades degradadas”, añadió.
Los plásticos desechados representan un recurso vasto y casi no utilizado para la producción de nuevos compuestos químicos y materiales, y según estos investigadores el empleo de tecnologías eficientes para extraer el valor de estos polímeros permitiría recuperar el equivalente de 3.500 millones de barriles de petróleo crudo “y crearía industrias totalmente nuevas”.
El equipo investigador encabezado por Kenneth Poeppelmeier, Aaron Sadow y Massimiliano Delferro emprendió la búsqueda de un catalizador que pudiera usarse de manera selectiva en el procesamiento del polietileno para obtener productos de calidad y alto valor.
Los científicos depositaron nanopartículas de platino en un soporte de titanato de estroncio, el cual, a presión y a temperaturas moderadas, estableció enlaces de carbono a carbono en el polietileno produciendo hidrocarburos líquidos de alta calidad.
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Estos líquidos podrían usarse como aceite para motores, lubricantes o ceras, o podrían someterse a procesamientos adicionales en la producción de detergentes y cosméticos.
“Los nuevos catalizadores enlazaron, preferentemente, en cadenas de hidrocarburo más largas de manera que los productos fueron todos de tamaño intermedio y similar”, indicó el artículo.
“Por el contrario, un catalizador ya disponible comercialmente generó productos de calidad más baja, con una gama más amplia de tamaños y muchos hidrocarburos de cadena corta, limitando la utilidad de los productos”, agregó.