Se trata de Timothy Cole, sacerdote en la Iglesia Cristiana Episcopal en Georgetown (Washington), quien pudo haber contagiado a cientos de personas que le estrecharon la mano o participaron de la comunión con él.
Según una publicación de Telecinco, funcionarios de la ciudad solicitaron a los fieles que asistieron a la iglesia de Cole entre el 24 de febrero y el 3 de marzo a que ingresen en cuarentena durante dos semanas.
Así también, la iglesia canceló todas sus actividades, incluyendo los servicios eclesiásticos, hasta un nuevo aviso. Es la primera vez que cierra sus puertas desde un incendio producido en el siglo XIX.
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Por su parte, el sacerdote escribió un correo electrónico para mantener al tanto a los feligreses sobre su estado de salud.
“Quiero asegurarles que estoy bien. Estoy recibiendo una atención excelente y estoy de buen humor dadas las circunstancias. Permaneceré en cuarentena durante los próximos 14 días al igual que el resto de mi familia”, indicó.
Las personas que tuvieron contacto con el clérigo corren un riesgo medio de infección. Las autoridades ya reportaron un segundo paciente con coronavirus tras el sacerdote. Hasta el momento, en Estados Unidos se confirmaron más de 22 muertes a causa del virus.