06 ene. 2025

Ciudadanos merecen una mejor atención en Identificaciones

En este 2025, uno de los grandes desafíos para el Gobierno de Santiago Peña, sin lugar a dudas, es lograr ofrecer un servicio eficiente en el Departamento de Identificaciones. Los obstáculos e inconvenientes para obtener el documento de identidad son numerosos y a veces incluso llegan al absurdo. La población padece situaciones humillantes para obtener un documento, por derecho y obligación. Urge, por otra parte, que se acaben los privilegios de servicios vips, así como también se impone mayor transparencia.

Entre los muchos buenos deseos para el año que recién se inició se encuentra que se pueda lograr que los servicios públicos mejoren. La población padece estos déficits y entre ellos se encuentra, sin duda, la atención que se recibe en el Departamento de Identificaciones. Quien necesite de un documento de identidad, la cédula o el pasaporte, debe en primer lugar disponer de tiempo para iniciar los trámites. La aglomeración y las largas filas son probablemente parte de una situación de centralización del servicio, pero las demoras y las interrupciones en la atención en los últimos meses se han debido a otras razones.
La institución que provee el documento oficial a los paraguayos y paraguayas tiene un serio problema de actualización de su sistema, el cual ha sido en gran parte del año pasado la causa de las molestias e inconvenientes que sufrieron quienes llegaron hasta el Departamento de Identificaciones. Fueron frecuentes no solo las demoras, sino también las quejas y reclamos por la caída de un sistema que fue renovado, pero que a lo largo del año no pudo ofrecer un buen servicio. Los problemas técnicos tenían origen en el proceso de transición entre el sistema anterior y el nuevo. Durante todo el 2024 prometieron que la transición se encontraba en la fase final de implementación para que se normalizaran los servicios.

Otro problema que Última Hora había reportado es la demora de cuatro mil solicitudes de documentos para menores que no podían ser expedidos porque la falta de insumos para cédulas sin chip. Aquel problema fue más que nada una confusión burocrática, pero que tuvo grandes consecuencias y eso es inaceptable para las urgencias y necesidades de los ciudadanos.

No obstante, además del servicio ineficiente y el maltrato al usuario hay un aspecto que en este 2025 se deberá mejorar y es la transparencia.

Recordemos, por ejemplo, la investigación realizada por ÚH de los casos de extranjeros, prófugos de la Justicia que obtuvieron una cédula paraguaya con contenido falso. Cuando se hizo la publicación, Identificaciones inició un sumario por pedido del comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez.

En aquel caso, fueron emitidas diez cédulas para ciudadanos de nacionalidad china, rusa y pakistaní, cuyos documentos fueron procesados en 24 horas. La denuncia desveló el funcionamiento de una verdadera rosca mafiosa que operaba en Identificaciones. No solo se proveía el documento en un día, sino que además se ofrecía un servicio de entrega a domicilio. Mientras los ciudadanos deben esperar horas formando filas bajo el sol y después nuevamente aguardar meses enteros para poder retirar sus cédulas.

Se puede mencionar además otra de las irregularidades que había denunciado el comisario con su equipo y es que todas las solicitudes carecían de “registros de huellas dactilares en los registros de la División Dactiloscopía”, además de la falta de documentos respaldatorios. Estas personas habían presentado la “supuesta radicación temporaria, expedida supuestamente por la Dirección Nacional de Migraciones”, que por cierto la Fiscalía no había podido corroborar. Por otra parte, se encontró a dos solicitantes, Michail Lobanov, de nacionalidad rusa, y Yulin Lin, de nacionalidad china, personas que habrían obtenido la cédula de identidad como paraguayas naturalizadas, sin contar con una resolución de la Corte Suprema de Justicia.

Los paraguayos deben poder confiar en sus autoridades y en sus instituciones, para ello se requiere una gran dosis de transparencia, pero sobre también de eficiencia en el servicio que prestan los funcionarios. Esperamos que este año que se inicia esto se pueda concretar.

Más contenido de esta sección
Estos días festivos nos han proporcionado el tiempo propicio para compartir con la familia y recargar fuerzas para encarar este 2025, esperando que esa patria soñada que todos anhelamos sea posible, a pesar de los enormes déficits que acarreamos y de todos los obstáculos. La construcción de un país que brinde oportunidades a todos es posible, pero para ello es necesario el compromiso y la coherencia de la clase política, así como la acción de los paraguayos y paraguayas que ansían vivir con dignidad.
Se va un año complicado, que nos ha dejado experiencias positivas y negativas. Hubo logros que nos permiten mantener la confianza en la capacidad que tenemos los paraguayos para alcanzar las metas. Así, en el ámbito deportivo y cultural, hubo éxitos que fueron el producto del esfuerzo constante. Lamentablemente, debemos reconocer también los déficits que nos quedan en lo social y económico, pero el más grande de todos es el distanciamiento de la clase política de las necesidades de la población y la pérdida de credibilidad de nuestras autoridades.
El año 2024 se va con un buen nivel de crecimiento económico y una proyección para 2025 que, aunque más baja, sigue siendo interesante. No cabe duda de que, desde el análisis macroeconómico, el anuncio del grado de inversión para Paraguay es también un buen resultado. Sin embargo, otros aspectos macroeconómicos en el marco de la política fiscal son signos de alarma, como las bajas recaudaciones tributarias en un contexto de alto endeudamiento público y la limitada calidad del gasto. La inflación de alimentos, combinada con reducidos ingresos laborales, también debería preocupar, ya que estos indicadores afectan de manera directa el bienestar económico de la población.