En total, el clan Gomes –integrado por el padre, hijo y la empresa de ambos, Paraguay Autopartes y Accesorios SA– habría insertado G. 175.526.691.398 al sistema financiero a través de transacciones, entre el 2015 y 2021.
Ambos fueron imputados ayer por los fiscales Osmar Segovia, Ingrid Cubilla y Elva Cáceres, por lavado de dinero y asociación criminal.
Tanto Eulalio Gomes como su hijo “estarían vinculados a la organización criminal liderada por Jarvis Chimenes Pavão”. La información salió del Brasil, tras iniciarse el caso conocido como Pavo Real.
Luan Pavão Nascimento (hijo de Jarvis) fue clave para vincular a los Gomes. Se encontraron conversaciones que descubrieron la serie de compraventa de inmuebles en Paraguay, “que formarían parte del patrimonio” de la red.
En plena pandemia (2020), específicamente el 21 de mayo, Gomes y su hijo adquieren el establecimiento rural Negla Poty, ubicado en Amambay, que era de Pavão. Pese a que no estaba a su nombre, fue Luan el que dio instrucciones para la venta. Este lugar pasó por varios grupos y tenía pistas clandestinas para el traslado de drogas.
Según la imputación, los Gomes pagaron con dinero en efectivo y vehículos blindados.
La venta tuvo el fin de “satisfacer necesidades financieras de los miembros de la estructura y de familiares cercanos de Pavão”, ya que en esa época varios inmuebles estaban incautados por el operativo Pavo Real en Brasil.
La venta sí fue real, pero hubo otras operaciones que fueron solo a efectos de ocultar la procedencia ilícita de los bienes, dice la imputación.
CONEXIONES. El clan Gomes empezó a operar con uno de los primeros imputados del operativo Pavo Real: Carlos Andrés Oleñik, presunto operador del esquema del lavado, no solo de esta red criminal, sino de muchas otras más.
Inyectaron capital a las empresas de Oleñik usadas por grupos criminales “para introducir ganancias adquiridas ilícitamente” y también padre e hijo hacían transferencias o los famosos descuentos de cheques a otros presuntos narcos.
El clan incluso recibió supuestamente fondos de grupos criminales que operarían en la zona norte del país, enviados luego a un grupo constituido por las firmas Pasfin, Agroforestar Las Quebradas, Cepagro, Annuaki SA, que reinvertían el dinero.
“Eulalio Gomes y su hijo utilizarían su injerencia y trayectoria en el sector ganadero y afines, presumiblemente para mover dentro del sistema financiero fondos del narcotráfico”, sospechan.
EMBARGO. Ayer, el juez contra Crimen Organizado, Osmar Legal, resolvió la inhibición general de enajenar y gravar, así como el embargo y bloqueo de todos los bienes de los Gomes y los demás imputados.