Ambos quieren perpetuar sus respectivos grupos prestando apoyo a figuras de su entorno para el período eleccionario que ya se puso e marcha.
En los citados sitios hay una componenda por la cual en cada periodo electoral municipal se promueven directamente candidaturas de familiares, signo de que los clanes sigan manejando la administración municipal.
En el primer caso, Jacinto González está procesado por mala gestión y sospechas de corrupción en la Comuna, incluso con dinero que debió ser destinado a la educación (infraestructura y merienda escolar). Ahora quien se presenta para dar continuidad a su gestión es su hermano, Luis González, quien ya fue intendente.
Los antecedentes de González solo en este periodo fue haberse salvado de la intervención de la Cámara Baja, tras un acuerdo de blanqueo azulgrana. En 2018 se salvó pese a que había 27 causales para la intervención.
Las denuncias contra su gestión están basadas principalmente en registros de la Contraloría General de la República. El mismo tras una fiscalización especial del año 2020, halló que gastos de la Municipalidad por el monto de G. 137 millones no tuvieron respaldo. Igualmente el gasto de unos G. 119 millones por combustibles no estaban plasmados en documentos.
Luis González, hermano de Jacinto, quien se presentará en la interna para el cargo de intendente por el Equipo Joven, también tiene una denuncia por faltante de G. 300 millones en el uso de Fonacide (2013).
CLAN LANZONI. Por su parte, en Ñemby un clan que tiene sus tentáculos hasta en la Cámara Alta volverá a intentar retener el poder en dicha ciudad de Central, cuna de uno de los comités liberales más numerosos. El actual intendente Lucas Lanzoni, hijo del senador Blas Lanzoni, ya no pugnará por otro próximo período presionado por las denuncias hacia su gestión. En cambio, el clan apoyará a Héctor Lesme, quien ya fue intendente y es cuñado del actual jefe comunal.
El menor de los Lanzoni, a quien la ciudadanía ñembyense le dio la confianza este periodo al ser el candidato más joven del país, ha decepcionado.
En las pesquisas ciudadanas a su gestión, se halló por ejemplo que allegados suyos cobraron cheques de las comisiones vecinales por valor de G. 8.890 millones. Este hecho llevó a la Fiscalía a allanar la Municipalidad. Se investiga el caso por falsificación y lesión de confianza.
Sobre la obra turística que es el cerro de Ñemby, un emblema de la gestión de Lanzoni, saltaron llamativos hechos, tal es así que Contraloría halló que hubo adendas a licitaciones para presuntamente sobrevalorar los costos.
Sin duda, el apoyo que estos y otros intendentes presten a sus delfines, tiene como objetivo que sus gestiones queden blanqueadas.
El PLRA inscribió unas 30.000 candidaturas para las internas.