Los jefes de Estado y de Gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido se reunirán hasta el próximo sábado para tratar las cuestiones más importantes de la geopolítica actual y unir fuerzas antes los desafíos futuros.
Estas son las claves del encuentro, marcado por la guerra en Ucrania y Gaza, la mala relación con Rusia –expulsada del club tras la anexión de Crimea en 2014–, la creciente influencia china o los varapalos en las recientes elecciones al Parlamento Europeo.
“Más” por Ucrania
Uno de los grandes temas será el apoyo a Ucrania en su defensa de la invasión rusa –días antes de la Cumbre Internacional por la Paz, en Suiza–, y el primer día llegará el presidente ucraniano Volódimir Zelenski.
El G7 ha manifestado un “compromiso político para hacer más” en el apoyo de la resistencia, según explicaron fuentes italianas en un encuentro con varios medios, entre ellos EFE.
¿Préstamo a Kiev?
La cuestión es cómo. Ucrania necesita dinero y la Unión Europea (UE) ha acordado utilizar los beneficios de los activos del Banco Central de Rusia congelados para su defensa y reconstrucción (unos 210.000 millones de euros, la mayor parte en Bélgica).
Estados Unidos propone la concesión de un préstamo a Kiev por 50.000 millones de dólares (46.000 millones de euros) financiado con esos ingresos.
El objetivo del G7 será hallar un mecanismo legal que lo permita y que se aplique a la realidad de cada país (por ejemplo la Constitución pacifista de Japón impide suministrar armas a un país en guerra, por lo que solo podría financiar la reconstrucción).
Un G7 “dimisionario”
Varios líderes llegan a la cumbre afectados por sus batallas electorales: El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico Rishi Sunak han tenido que adelantar elecciones; mientras que el canciller alemán Olaf Scholz aún se duele de las elecciones europeas.
La primera ministra italiana Giorgia Meloni llega reforzada y el mandatario estadonidense Joe Bien, con la atención en lograr su reelección en noviembre .
En Borgo Egnazia podrían tener lugar los primeros contactos para la futura Comisión Europea tras las comicios, con la reunión del eje Berlín-París-Roma.
Frente al poderío chino
Otra de las prioridades será defender sus economías frente a las “políticas agresivas de algunos países”.
La Presidencia italiana avanza que en la declaración final se tratará “mucho” el tema de la carrera con la economía china y una competición “justa”, en medio de la guerra arancelaria entre Pekín y Washington.
Mayor influencia
El G7 también busca agrandar su influencia, invitando a los mandatarios de otros países, como Argentina o la “troika” del G20, Brasil, India y Sudáfrica; así como africanos como Mauritania, Kenia, Argelia, Turquía, Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos, además de varias instituciones multilaterales.
La idea es “abrir” este influyente grupo de las siete democracias más ricas al mundo, especialmente al sur global, y trabajar por “la estabilidad” del planeta.
Inmigración
El Gobierno de la ultraderechista Meloni ha hecho de la inmigración un tema crucial en su G7, que se celebra a orillas del Mediterráneo.
El objetivo es proponer una estrategia compartida que pase por mayor inversión en los países de origen, promover una coalición para la lucha a las mafias, trazando su financiación, y prever canales legales de entrada.
Inteligencia Artificial
El G7 italiano seguirá el “proceso” de la cumbre de Hiroshima del 2023 y dedicará una tarde a analizar los beneficios y riesgos del advenimiento de la Inteligencia Artificial (IA), contando con las voces de personalidades como el papa Francisco, que ha llamado en reiteradas ocasiones a dar una ética a esa tecnología.
Unión frente a las crisis
Además, el G7 servirá también para analizar las crisis en curso: La de Ucrania, en la Franja de Gaza; todas las tensiones en Oriente Medio, el Mediterráneo central y África; o en la región del Pacífico, especialmente en Taiwán, siempre amenazada por China.
Fuente: EFE