No en vano el escritor italiano Umberto Eco, que falleció en el 2016, hizo una carta a su nieto denominada Ejercita la memoria, dirigida a una generación que tal vez ya no practica el arte de memorizar, sino que está a un click de encontrar las respuestas en internet. Eco considera que la pérdida de memoria es “una enfermedad” que afecta a esta generación.
“La memoria es un músculo como el de las piernas, si no la ejercitas se marchita y te vuelves (desde el punto de vista mental) capaz de forma diferente y eso es (seamos claros) un idiota”, expresa el texto que escribió en el 2014.
Esta situación tal vez no solo afecte a los jóvenes, sino también a adultos, que cada vez viven más hiperconectados y en la necesidad de anotar todo para “recordar”.
CASOS. El doctor Julio Torales, médico siquiatra y máster en Sicofarmacología, explicó que, según muestran las investigaciones médicas, cuando las personas mantienen su mente activa, por ejemplo, con los ejercicios de memoria, sus habilidades de pensamiento tienden a conservarse y son menos propensas a declinar.
“Los juegos, rompecabezas y otros tipos de entrenamiento cerebral pueden ayudar a disminuir la pérdida de memoria y otros problemas mentales”, indicó.
El doctor Torales sostiene que, por lo general, a partir de los 60 a 65 años se nota que la memoria empieza a fallar, en algunas ocasiones.
“Esto puede producirse más temprano, si es que la persona tiene mala nutrición, consume drogas o alcohol en exceso o es fumadora”, dijo. Pero, actualmente, los jóvenes ya no ejercitan la memoria por vivir hiperconectados.
“Los ejercicios de memoria no logran prevenir la aparición de demencia. No obstante, sí está demostrado que pueden ayudar a retrasar los síntomas y mantener la mente trabajando mejor durante más tiempo”, destacó.
LA CLAVE. Mantener el cerebro activo crea reservas cognitivas y de células cerebrales sanas, así como conexiones entre ellas.
“Muchas investigaciones han sugerido que realizar ejercicios mentales estimulantes a lo largo de la vida se asocia con una mejor función cognitiva, una disminución del deterioro cognitivo y un menor riesgo de desarrollar demencia”, manifestó.
¡Cuidado! “El estrés excesivo puede resultar en reducción de la capacidad de memoria, así como efectos adversos físicos”, señaló. En ese sentido, el especialista recomendó intentar reducir el nivel de estrés.