Se trata de Ana Salomé Vallesta Gastaldi, de 28 años, quien quedó aprehendida en la Comisaría 12ª de Asunción, luego de haber arrojado gas pimienta a dos empleadas del local comercial Facilandia.
“No es la reacción correcta, me arrepiento y les pido disculpas”, expresó en conversación con un medio local.
La mujer contó que “de los nervios” actuó de esa manera, ya que fue para pagar una deuda y que supuestamente no fue atendida como esperaba, alegando que recibió burlas por parte de las empleadas.
Según su relato, adquirió dos productos del local comercial y al pagar por uno, supuestamente el monto iba a la cuenta del otro producto, generando deudas en uno de ellos.
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Dijo que este viernes intentó abonar en un local de pagos y que tenía problema el sistema, por lo que acudió personalmente hasta el comercio, ubicado en las calles Itapúa y avenida Sacramento, del barrio Trinidad de Asunción.
“Recibí maltrato y burlas, se reían de mi situación, se reían de lo que estaba contando, me dijeron que espere sentada porque nadie me iba a atender. Yo les dije que todos los meses tenia el mismo problema y quería saber qué iba a hacer los próximos meses”, expresó.
Comentó que hace seis meses adquirió el gas pimienta, porque fue víctima de intento de robo en varias ocasiones y que es la primera vez que lo utiliza.
Por su parte, el subcomisario Mizael Aguilera, de la Comisaría 12ª, manifestó que al cometer el hecho la mujer intentó darse a la fuga abordando un transporte público; sin embargo, fue aprehendida por la Policía Nacional.
Se aguarda que las víctimas se acerquen a la sede policial para realizar la denuncia contra la mujer.
Una de las empleadas contó que la mujer supuestamente se negó a abonar los intereses de su cuenta y por eso reaccionó contra sus compañeras. Mientras que otra trabajadora explicó que la cliente no quiso abonar el pago en el lugar y solo quería realizar por el sistema de Pago Express.
Tras lo sucedido, dos empleadas quedaron hospitalizadas en un centro asistencial y otras dos tuvieron que ser atendidas en una ambulancia en las afueras del comercio.
Además, otros empleados tenían síntomas de ardor en los ojos, picazón en la garganta, tos, aparte de náuseas.
Los bomberos voluntarios tuvieron que ingresar al local para realizar trabajos de ventilación.