Carlos Vallejos, uno de los propietarios del restaurante local Talleyrand, indica que desde 1976, año en que se fundó el mismo, la recomendación de los clientes satisfechos fue un elemento más que importante para el crecimiento de negocio gastronómico.
“Antes no existían tantos soportes de publicidad como hoy día; la recomendación y que un cliente quede sorprendido, cautivo con el servicio que encuentra en el local, que guste de la comida, es lo principal, para obtener la fidelidad de los clientes, con el tiempo”, dijo el empresario.
Señaló que hoy día, el restaurante constituye toda una escuela de formación de personas que se dedican al rubro gastronómico, ya que la experiencia hace que los mismos personales transmitan los conocimientos de generación en generación, teniendo como premisa principal la buena atención a los clientes.
Calidad y tradición. Cristina Dose, gerente de calidad y producción de Lido Bar, que recientemente cumplió 60 años, explica que la calidad de los productos y para mantener el mismo sabor tradicional de los platos que sirven ha llevado a la empresa a la fidelización de los clientes que primero fueron traídos por sus padres y ahora lo hacen de jóvenes con sus esposas o esposos e hijos.
La misma comentó que, si bien en los años que llevan de servicio varios de los funcionarios que crecieron con la empresa ya se jubilaron, los mismos fueron en su momento quienes transmitieron sus conocimientos a los nuevos funcionarios y de esta manera se mantiene la tradición y el buen gusto en los platos.
Rápida atención. Octavio Gadea , propietario de El Bar de la Esquina, ubicado hace seis años en 14 de Mayo y General Díaz, indica que nunca hicieron publicidad en medios de comunicación, pero que hoy día son uno de los locales de referencia en el centro de Asunción, especialmente a partir del mediodía, donde reciben en promedio más de 1.000 personas por día.
“Cuidamos mucho la limpieza del local, la atención diferencial que damos en solo tres minutos que dura, pasar por la caja luego de servirse el bufé que gusta mucho al cliente”, dijo el empresario.
Materia prima. Prisciliana Miranda, quien hace más de 20 años se dedica al rubro de la gastronomía, acotó que no hay mucho secreto para mantener el éxito en una empresa del rubro gastronómico. La misma es propietaria de uno de los negocios más antiguos del microcentro de Asunción donde se mantiene, según ella, gracias a la publicidad que hacen sus clientes, de hace dos décadas.
“No escatimar en la compra de la materia prima para elaborar los menús y una atención personalizada así como le gusta a cada cliente que ingresa, ha sido uno de los factores que me acompañaron en esta profesión desde que llegue a Paraguay”, señaló la empresaria.