A través de un comunicado, el Club Guaraní, señaló que la empresa Yem SA ligada al diputado, Yamil Esgaib, ocupa ilegalmente un predio que pertenece al club y reitera su exigencia de devolución de un local donde funciona un casino administrado por la empresa del legislador.
La institución deportiva ya viene realizando en varias ocasiones este mismo pedido, dejando entrever que el legislador hace uso de su condición para ocupar ilegalmente el lugar. “Rechazamos cualquier injerencia en la justicia de parte de gente vinculada al poder para evitar que se restituya lo que es nuestro”, dice parte del comunicado.
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¡BASTA DE EXCUSAS! pic.twitter.com/HCzMplV1hs
— Club Guarani (@ClubGuarani) October 5, 2023
El club obtuvo sentencia favorable en dos instancias tras varios años de litigio por este caso. Desde entonces, los miembros de la comisión directiva reclaman que se den por finalizados los trámites de restitución a la institución del pedazo de tierra que le corresponde.
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El pasado 11 de agosto ya había hecho un comunicado similar para exigir la devolución del predio.
Repudio de la Defensoría del Pueblo
El diputado Esgaib está siendo cuestionado por gran parte de la opinión pública por actitudes violentas del legislador hacia sus colegas Johanna Ortega y Rocío Vallejos, y también a la senadora Celeste Amarilla, quiénes denunciaron haber recibido amenazas tales como: “Te voy a romper la boca”, o descalificativos como, “perra peligrosa” y otros referidos a legisladoras mujeres.
La actitud del político trascendió a las trabajadoras de prensa Rocío Pereira Da Costa y Sara Moreno, que también fueron víctimas de su mal trato.
Yamil Esgaib fue suspendido por 30 días por sus pares luego de sus polémicas actuaciones.
Por este hecho, la Defensoría del Pueblo también se pronunció contra las expresiones de Esgaib, repudiando sus dichos, señalando que con su forma de actuar promueve la violencia. “Este hecho, que podríamos definir como violencia política contra las mujeres y diversidades, tiene una clara intersección con los discursos de odio, promueven violencia, xenofobia y la misoginia, menoscaban la diversidad y la cohesión social, pero fundamentalmente nos deshumaniza, acechando los valores democráticos y los principios que nos unen”, afirman.