La cantante panañena arribó al país para el evento deportivo que se inició el viernes último, en la Nueva Olla, en donde fue la encargada de entonar el himno oficial de los juegos de los que es embajadora desde hace 8 años. En conversación con ÚH, la ganadora del Grammy manifestó estar muy contenta, no solo por su visita a nuestro país luego de varios años, sino que por el propósito que la trae a nuestro terruño de la mano de una organización que “ama con la vida”, la cual busca la inclusión y la empatía en todo el mundo.
CROMOSOMA DEL AMOR. “Llevo ocho años siendo embajadora global de las Olimpiadas Especiales y soy realmente admiradora del trabajo en conjunto, de todo lo que es capaz de crear en pro del mundo en el que yo creo que todos quisiéramos vivir. Yo siempre digo que ese cromosoma que hace la diferencia es el cromosoma del amor y que ojalá que todos de alguna forma tuviéramos esa misma empatía y ese mismo amor por el mundo y viéramos el mundo con ojos del corazón. No me gusta decir que es discapacidad, yo digo que es una capacidad especial de mirar el corazón de la gente”, comentó emocionada.
Manifestó que los Juegos Latinoamericanos de Olimpiadas Especiales son la puerta que se abrió en pos de la inclusión y la equidad de los atletas de todo el mundo, al derecho de todos lo seres humanos, lo que ocurrió gracias a la socióloga y política estadounidense Eunice Kennedy.
“Es una maravilla ver cómo el deporte los empodera, porque no es solo unirse para ver deporte, es lo que hace el deporte por ellos, cómo los hace sentir importantes, cómo se impulsa el liderazgo, la unión familiar, la equidad, es un movimiento realmente especial y yo estoy muy feliz de que esté aquí en Paraguay con gente tan cálida y tan especial como son ustedes”, acotó.
PRIMER ENCUENTRO CON EL PAÍS. Erika recordó que la primera vez que llegó a nuestro país fue en la década de los 90. En aquel entonces era una novata soñando con hacer música, siendo Paraguay el primer país que le abrió las puertas y fue precisamente una artista guaraní con la que realizó su primera colaboración artística fuera de su natal Panamá.
“Una de los primeras artistas que me grabó, por no decir la primera artista que me grabó fuera de Panamá, se llama Lenys Paredes.
En aquel momento Lenys tenía contrato con Sony Argentina y yo estaba arrancando mi carrera y Paraguay fue uno de los primeros países que me abrió la puerta hace 30 años atrás”, agregó.
Indicó que en nuestro país se come delicioso y que se encuentra disfrutando de nuestras delicias, ya que la carne tiene una sazón muy especial y nuestros bellos paisajes
UN DURO INICIO. Resaltó que ser mujer en la música y posicionarse como ella lo hizo cuesta arriba, por ello más destaca la labor de la organización que busca la inclusión y la equidad, en un mundo donde ella, en sus inicios, debía ocultar su nombre para que sus canciones sean escuchadas.
“Todo fue muy duro en el inicio de mi carrera al punto que tenía que incluso esconder mi nombre y mandar cedés y casetes como “EENDER”.
Tenía que pedirle a mis colegas varones que cantaran las canciones, porque a mí como mujer joven dentro de una industria de hombres, me decían: ‘Los hombres no van a poder cantar tus canciones’, y ‘tus canciones son muy femeninas’. Pasa que yo enviaba los temas cantados por mí”, recordó.
Para Erika lo importante es comenzar el camino con optimismo y creyendo en el talento que se tiene por dentro y se exteriorizará con la música.