La Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) presentó ayer su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en nuestro país.
El ascenso del crimen organizado es el tema de esta edición anual, donde se menciona que el 2022 ha dejado en evidencia “cómo las estructuras delictivas vinculadas al lavado de activos, al narcotráfico y al contrabando han sometido a la sociedad y se han logrado infiltrar exitosamente en el sistema de partidos para, desde allí, controlar el aparato estatal desde sus más altos niveles”, describe la apertura del artículo.
El informe refiere que “el 2022 nos puso frente a un Paraguay con cárceles copadas por bandas criminales y un país en el que el crimen organizado había atravesado clases sociales, altos cargos del Estado, gobernaciones, congresistas. El crimen transnacional había llegado a Asunción y el departamento Central, contaminando a importantes organizaciones de la sociedad civil como las cooperativas”.
En tanto, acerca de las declaraciones de significativamente corrupto que recaen sobre Horacio Cartes y Hugo Velázquez, el informe señala que “agitaron la abúlica escena política local”, Sin embargo, a pesar de la gravedad y el espesor de los delitos atribuidos, el Ministerio Público no adelantó investigaciones eficaces hasta el momento para esclarecer las responsabilidades de los designados. Tampoco hubo consecuencias políticas relevantes, salvo la renuncia del vicepresidente a su candidatura.

“El juego político a la fiscala general Sandra Quiñónez siguió su curso ordinario y previsible, con los mismos actores viciados que aseguran un proceso casi irrefrenable de captura del Estado a manos del crimen organizado”, añade.
Del operativo antinarcótico A Ultranza resalta que buena parte de las personas afectadas se manejaban en círculos de la clase alta del país, e incluso con vínculos con políticos, cuando no políticos directamente en el ejercicio de cargos electivos, como el caso de los diputados por la ANR Juan Carlos Ozorio y Erico Galeano.
“En tanto, el impacto del crimen transnacional hace necesaria la revisión del crimen organizado paraguayo. En esta mirada, adquiere relevancia el poderoso y dañino clan González Daher, liderado por los hermanos Óscar y Ramón, políticos vinculados al Partido Colorado, dirigentes deportivos de fútbol y cabezas de una organización criminal”, dice.
Las estructuras delictivas vinculadas al lavado, al narcotráfico y al contrabando han logrado infiltrarse en partidos.
Las designaciones agitaron la abúlica escena política local, a pesar de la gravedad el MP no adelantó investigaciones.