Se trata de balancines de color rosa que sirven como mecanismo físico sencillo para que niños de México y Estados Unidos jueguen juntos.
Esta es una creación de Ronald Rael, arquitecto estadounidense que instaló los sube y baja justo en la frontera entre ambos países, entre Ciudad Juárez y El Paso, que se encuentran divididas por un muro.
De esta forma, además, se lucha de forma simbólica contra las barreras fronterizas impulsadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó el portal Público.es.
“El muro se convirtió literalmente en un punto de apoyo para las relaciones entre niños y adultos de EEUU y México que se vieron conectados de forma significativa al reconocer que las acciones que tienen lugar en un lado tienen una consecuencia directa en el otro”, señaló Rael a través de Instagram.
La instalación estuvo durante media hora y llegaron familias enteras para jugar. Ronald Rael indicó que recibió solicitudes para replicar el experimento en otros lugares, pero dijo que no sabe si podrá hacerlo.
No es la primera vez que el muro froterizo es objeto de alguna manifestación artística o expresión de crítica con la división que supone entre México y los Estados Unidos.