El colono menonita Helmut Ediger Friesen, quien fue secuestrado y asesinado junto con su capataz Rolando González Díaz y el peón Odair Dos Santos, en San Pedro, fue puesto de rodillas y ejecutado con un disparo en la cabeza, reveló ayer la autopsia realizada a los cuerpos, informó el médico Pablo Lemir.
El peón brasileño, de igual forma, se encontraba maniatado y de rodillas cuando recibió un disparo en la cabeza, según los resultados.
Rolando González Díaz, capataz del colono, también se encontraba maniatado al momento de ser asesinado, pero a diferencia de las otras dos víctimas, fue muerto con arma blanca. El resultado de la autopsia reveló que González Díaz recibió una estocada en el tórax, que fue directo al corazón, además de dos cortes en el cuello.
El cuerpo del ciudadano brasileño quedará depositado en la morgue hasta que se tenga la certeza de su identidad a través del envío de las huellas dactilares al Brasil.
El colono de origen alemán y tres trabajadores de su establecimiento fueron secuestrados por al menos cinco hombres armados el lunes, de su estancia ubicada en la colonia Friesland, zona de Itacurubí del Rosario, Departamento de San Pedro, pero uno de los trabajadores logró escapar de sus captores. Ya en horas de la noche, fueron descubiertos los cuerpos de los otros tres en un sitio en el fondo de la propiedad.
El fiscal José Alberto Godoy, más temprano adelantaba ayer que se realizó un examen sicológico al joven que logró zafar de los secuestradores y que es un testigo clave para el Ministerio Público.
El mismo aún no puede brindar una declaración testifical, por encontrarse en estado de shock, luego de la experiencia traumática.
Agentes del Departamento de Criminalística también participaron del procedimiento, para obtener evidencias que puedan servir para seguir las pistas, como casquillos o restos de los proyectiles.
FAMILIARES PIDEN JUSTICIA. Gildo González Chávez, padre del joven Rolando González Díaz, pidió justicia y que los investigadores den con los criminales. “Es difícil lo que estamos pasando; ya ven lo que nos pasó”, expresó con la voz quebrada y con mucho dolor el padre de la víctima.
El hombre comentó que su hijo ya llevaba mucho tiempo trabajando en el establecimiento y que casi no salía del sitio. “Él tiene un hijo de 2 años que está acá con nosotros”, señaló.
“Queremos justicia”, dijeron otros familiares que no podían contener la tristeza.
El padre de familia contó que su hijo se pasaba el día trabajando y que los visitaba por temporadas cuando su hijo le hacía llamar.
Rolando llevaba cuatro años desempeñándose como capataz del establecimiento ganadero. El joven estaba trabajando en el corral, vacunando a los animales con su patrón cuando llegaron los hombres armados que se los llevaron a la fuerza.
ARP pide voto de confianza al trabajo de la FTC en el Norte
El presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli Romañach, manifestó que es necesario “ser indulgentes” con la Fuerza de Tarea Conjunta, que está siendo muy cuestionada por su actuación en la lucha contra los grupos criminales. Afirmó que la lucha es muy difícil, que hay una lucha asimétrica.
“Es difícil imaginarse si uno no está en la zona y no convive con esa situación. Es difícil también juzgar cuando uno no conoce bien y solo maneja información de la prensa y a veces considera que es en un lugar lejano”, manifestó, en comunicación con Radio Monumental.
Galli reconoció que existen errores que manchan el actuar de las fuerzas de seguridad, pero que sería peor la situación si estos no se encontraran en la zona de conflicto. “Mientras no tengamos algo mejor, es lo que tenemos y errores hay”, agregó el titular de la ARP.
De acuerdo a la visión que tienen los ganaderos, los grupos criminales no lograron disminuir la producción a pesar de las amenazas. ”Aún con la amenaza de todo lo que hicieron, en la zona se sigue produciendo, se están instalando industrias importantísimas”, aseguró Galli.