Después de 40 años aparecieron supuestos herederos del dueño de la propiedad donde están asentados estos colonos, por lo que temen ser desalojados. Ante esto, reclaman a al Instituto de Desarrollo Rural (Indert) una solución urgente.
Las familias pertenecen a la Colonia Marangatú, ubicada en distrito de Nueva Esperanza, Departamento de Canindeyú. Autoridades del Indert en la zona reconocieron que muchas de estas familias ya cuentan con títulos y otros se encuentran en proceso, pero todo se tramita en Asunción.
Lea más: Canindeyú: Brasileños tienen más tierras que paraguayos
En el año 1984 alrededor de 30 familias fueron asentadas por el entonces Instituto de Bienestar Rural (IBR) en una propiedad de 1.800 hectáreas que pertenecía a la institución.
Los colonos, quienes son pequeños productores, comenzaron a generar renta y a pagar al IBR por sus lotes. Varios lograron conseguir sus respectivos títulos de propiedad y el resto cancelaron sus cuentas hace 15, 20 y hasta 30 años.
Sin embargo, la institución nunca les entregó sus documentos y hasta hoy siguen esperando los títulos de los terrenos.
Le puede interesar: Indígenas desaparecen en medio de conflicto con colonos brasileños
Lo peor es que hace buen tiempo aparecieron supuestos herederos de la familia Zamphieri, de origen brasileño, quien era el propietario original de unas 9.700 hectáreas y dentro de las cuales el IBR tenía 1.800 hectáreas.
Jair Luft y Tiadomiro Machado, dos de los pequeños productores, señalaron que lo único que ellos reclaman son sus títulos de propiedad al Indert.
“No somos invasores, el propio IBR en la década de los 80 nos cedió esta fracción por la cual pagamos y hoy estamos en peligro de ser desalojados, porque 40 años después aparecen supuestos herederos de los Zamphieri y están inclusive consiguiendo anular títulos que el mismo Indert otorgó a algunos colonos y los que aún no tenemos título, a pesar de haber pagado todo hace décadas, estamos más preocupados.
Asimismo, manifestaron que todos se sienten paraguayos y tienen hijos y nietos paraguayos y que sería muy injusto que les saquen de sus tierras después de haber ocupado y pagado por ellas desde hace 50 años.
“Esperamos que las autoridades entiendan nuestra situación y nos brinden la garantía necesaria para seguir produciendo”, remarcaron estos pequeños productores de Marangatú, distrito de Nueva Esperanza.